Religioso o Cristiano, Cuál eres?
Escrito por huperete el 20 de octubre de 2024
En Juan 8:1-11, encontramos un texto que nos muestra mucho del corazón de religiosos y el corazón de Dios en la persona de Jesucristo.
En el v.3, notamos que dichos religiosos fueron los famosos escribas y fariseos, los cuales como así lo enseña el texto trajeron a una mujer que había sido sorprendida en el acto mismo del adulterio.
Según v.4, Dichos religiosos la llevaron ante Jesús con una mala intensión, pues Jesús ya para ese entonces era conocido como un maestro de amplia misericordia para con los que sufrían, así que para hacerle ver mal, le encararon pretendiendo que Jesús se mostrara desobediente a la ley de moisés por justificar el pecado de adulterio de esta mujer.
Ustedes pueden notar esto en el v.6, cuando Juan mismo el escritor de este evangelio, lo menciona como una nota al margen.
“6 Decían esto, probándole, para tener de qué acusarle. Pero Jesús se inclinó y con el dedo escribía en la tierra.”
Si nos fijamos en el v.7, los religiosos continuaban insistiendo en que Jesús diera una respuesta, así que según el mismo verso, Jesús se puso en pie y menciono una de sus frases bien conocidas: “El que de vosotros esté sin pecado, sea el primero en tirarle una piedra.”
Después de allí lo demás es historia, pues la Escritura nos da testimonio que desde los mas viejos hasta los mas jóvenes, uno a uno se retiró, quedando solo Jesús y la mujer.
Luego Jesús se volvió a poner en pie y pregunto por los hombres que le acusaban y si no le habían condenado. A lo que la mujer respondió que ninguno le había condenado, a lo que Jesús le dijo: “Pues yo tampoco te condeno, vete y no peques mas.”
Esta historia nos deja mucho para emprender sobre el corazón y las acciones de una persona religiosa y el corazón y las acciones de Jesús.
Comencemos hablando del corazón y las acciones de un religioso:
1-Un religioso no le importa avergonzar a los pecadores. Esto podemos verlo en la manera tan vil en que ellos trajeron la mujer a Jesús. Esto es algo que un hijo de Dios debe evitar a toda costa, pues el pecado de los demás no es un motivo para gloriarnos, y hablar del mismo con orgullo y prepotencia, recordemos que cuando Jesús enseñó a solucionar los problema de ofensas y faltas entre hermanos dijo en Mateo 18, que si un hermano peca contra ti debía ser confrontado solo, si no oye al hermano solo debía ir con uno o dos testigos, y que si no los oye a ellos debía entonces ser llevado ante la iglesia lo cual puede ser ante un grupo de la iglesia o la iglesia reunida para tratar dicho asunto.
2-Los religiosos son insistentes en sus acusaciones, y buscan la condenación de los pecadores.Pues así lo testifica el v.7, donde los fariseos y escribas insistían a Jesús que les diera una respuesta ante el pecado de la mujer. Esto nos muestra la malicia y el deseo despiadado de ellos de que esta mujer fuese condenada y que Jesús fuese ridiculizado. Esto es anticristiano totalmente, porque la principal misión de nuestra salvador fue buscar la salvación de los pecadores no su condenación. 17Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él.[1]
De manera que una persona religiosa no le importa avergonzar a los pecadores, ni hablar mal de ellos, ni les importa acusarles porque desean su inexorable condenación.
Ahora bien, como es el corazón de Jesús.
1-Jesus es paciente con los pecadores. Según el v.6, después de escuchar las acusaciones, se inclino al suelo y con su dedo escribía en la tierra. Muchos piensan que fue un acto de ignorancia por parte de Jesús, y otros que en la tierra Jesús escribía los pecados de los acusadores presentes, sin embargo esto es especulación y no podemos afirmarlo, pero lo que si podemos decir es que evidentemente Jesús mostro paciencia, hasta para con los acusadores porque no se precipitó.
2-Jesus se interesa en alivianar las cargas de los pecadores. ¿Por qué? porque después de que todos se fueron acusados por sus conciencias llenas de pecados y se retiraron. Cuando vieron que ellos mismos tenían pecados por las cuales ser llevados a Juicio y ser declarados culpables, y todavía no habían sido condenados y se fueron, Jesús se puso en pie y solo preguntó: ¿Mujer donde están los que te acusaban, ninguno te condenó?
Entonces al escuchar su respuesta Jesús le dijo pues yo tampoco te condeno, y añadió: “Vete y no peques mas”
Wao, cuanta enseñanza nos deja esto sobre Jesús y su corazón.
3-Jesus no condena, Jesús libera, Jesús perdona, Jesús le instruye en no seguir el camino del pecado.
De manera uno que dice ser hijo de Dios y cristiano que sigue a Jesús debe orar por tener el corazón de Jesús, un corazón paciente, y que en vez de condenar, busca alivianar las cargas, las luchas, las vergüenzas, las culpas de los pecadores en vez de hundirlas en sus angustias y debilidades.
Queridos hermanos, fijémonos que Jesús no se horroriza por el pecado de esta mujer, pues Jesús sabia que había venido a un mundo caído, lleno de hombres y mujeres cargados de pecados y de culpa delante de Dios. y sabiendo que su misión era pagar por los pecados de esta mujer y de los demás escogidos del mundo, libera a esta mujer de la culpa de su pecado y le da una nueva oportunidad de vivir apegada a la palabra de Dios.
Disfrutar de la vida según la voluntad de Dios. Ella había obtenido placer cometiendo adulterio, ahora cuando Jesús le dice vete y no peques mas, le esta diciendo, lo que hiciste no es lo correcto, pero yo no te condeno porque mi Padre me condena por ti, te pido que vayas y no peques mas y la manera en que debía hacerlo dentro de muchas cosas, pero en su contexto relacionándose con un hombre en el vínculo del matrimonio.
Amado hermano, a la luz de estas verdades y sinceramente hablando ¿Qué clase de persona has sido tu al respecto? Uno que avergüenza, que habla de los pecados de los demás a sus espaldas sin tener misericordia de ellos, sin considerarte a ti mismo en tus pecados, uno que no tiene miedo en juzgar a los demás teniendo poco o nada información sobre ellos; o puedes alabar a Dios diciendo, por su gracia soy de aquellos que me interesa alivianar las cargas por pecados de los pecadores que les duele sus pecados y se han arrepentido de ellos.
Quiera Dios darnos el corazón de Jesús, un corazón paciente con los pecadores, que no busca la condenación de los mismos sino su salvación.
Dios les bendiga!
[1] Reina Valera Revisada (1960). (1998). (Jn 3:17). Miami: Sociedades Bı́blicas Unidas.