RAZONES PARA TEMER A DIOS
Escrito por huperete el 25 de noviembre de 2024
Si hay algo en el que los creyentes debemos cuidarnos es en pesar en Dios solo como un Padre y dejarlo de ver como un juez. Y si debemos cuidarnos de este desequilibrio doctrinal esto se debe a que podríamos concebir a Dios como un Padre que tiene que aceptarnos todas las necedades que hagamos, pues al fin y al cabo ¿Qué podemos hacer que nos separe de él? Sin embargo, olvidamos que si en verdad somos sus hijos, entonces debemos manifestar la naturaleza santa que nuestro Padre ostenta.
En el pasaje de esta mañana vamos a ser animados a vivir con suma reverencia ante un Padre que no solo es padre sino que también es un Juez imparcial.
Texto: 1 Pedro 1.17-21, “17 Y si invocáis como Padre a aquel que imparcialmente juzga según la obra de cada uno, conducíos en temor durante el tiempo de vuestra peregrinación; 18 sabiendo que no fuisteis redimidos de vuestra vana manera de vivir heredada de vuestros padres con cosas perecederas como oro o plata, 19 sino con sangre preciosa, como de un cordero sin tacha y sin mancha, la sangre de Cristo. 20 Porque El estaba preparado desde antes de la fundación del mundo, pero se ha manifestado en estos últimos tiempos por amor a vosotros 21 que por medio de El sois creyentes en Dios, que le resucitó de entre los muertos y le dio gloria, de manera que vuestra fe y esperanza sean en Dios.
Titulo: “RAZONES PARA TEMER A DIOS”
Contexto: El contexto de estos versículos es el mandato a ser santos porque Dios es santo.
De manera que tanto la paternidad como la prerrogativa de Dios como Juez esta debajo de su atributo de santidad.
¿Y cual es la implicación de esto? es que si Dios es un Padre y juez santo, no debemos pretender que por ser Padre aceptara nuestras necedades y por ser juez nos justificara de nuestras injusticias.
¿Qué estoy tratando de decir?
Que sin importar que nosotros seamos la niña de los ojos de Dios y su especial tesoro esto no es una excusa o razón para que Dios sea indulgente con nosotros, y nos deje sin disciplina cuando nos conducimos mal, así como el Padre irresponsable que en vez de corregir a sus hijos cuando se portan mal los adula delante de todos.
No hermanos, el hecho de que seamos hijos no nos da una licencia para que Dios se ría y se goce con nosotros cuando hacemos el mal.
¿Y por que? Porque la primera razón para temer a Dios es:
1-PORQUE EL ES UN JUEZ IMPARCIAL.
17 Y si invocáis como Padre a aquel que imparcialmente juzga según la obra de cada uno,
¿Usted pudo notarlo?
El hecho de que llamemos y tratemos a Dios como nuestro padre no nos libra de la disciplina de Dios.
¿Por qué? Porque según la palabra Dios es imparcial, y por lo tanto, juzga y juzgará las obras de cada creyente sin hacer acepción de personas.
Es decir, Dios no tiene hijos favoritos, como tal vez usted ha llegado a escuchar por ahí, o algunas personas han pretendido serlo. No hermanos, según la palabra Dios es imparcial y él juzga y juzgará a cada creyente por sus obras.
Y esto no es y no debe ser extraño para ninguno de nosotros, pues en cada cena del Señor se repiten los versículos de 1 Corintios 11, donde se les hace a los creyentes la advertencia de cuidarse de no comer indignamente para que no coman juicio, de manera que resulte en la ejecución de la disciplina del Señor en una enfermedad, debilidad, o muerte.
Y la disciplina según la epístola a los Hebreos 12:10, es con el propósito de que mientras estamos en la tierra los creyentes participemos de la santidad de Dios.
Sin embargo, también es necesario que en el día del Señor los creyentes atravesemos por el escrutinio evaluador de Cristo cuando el pase nuestras obras por el fuego.
Acompáñame a 1 Corintios 3.12-15, “12 Ahora bien, si sobre el fundamento alguno edifica con oro, plata, piedras preciosas, madera, heno, paja, 13 la obra de cada uno se hará evidente; porque el día la dará a conocer, pues con fuego será revelada; el fuego mismo probará la calidad de la obra de cada uno. 14 Si permanece la obra de alguno que ha edificado sobre el fundamento, recibirá recompensa. 15 Si la obra de alguno es consumida por el fuego, sufrirá pérdida; sin embargo, él será salvo, aunque así como por fuego.”
En este pasaje se nos informa que las obras que hacemos para Dios en el día del tribunal de Cristo dichas obras serán evaluadas, lo cual esta aludido en la expresión el fuego la probará.
Las obras que hayan sido hechas conforme a la voluntad de Dios y para su gloria serán recompensas, pero las obras que buscaron mas bien nuestra propia gloria no recibirán recompensa, es decir, no serán reconocidas, pero esto no significa que por esto perdemos la salvación sino que nuestro esfuerzo en la tierra no tiene la calidad ni la dignidad para ser una ofrenda para Dios ya que su propósito era tu propia gloria y no la de Dios, aunque como dice el texto la persona será salvada, aunque así como por fuego, porque la salvación no depende de nuestras obras sino de la sangre derramada del cordero de Dios.
Sin embargo, aunque no esta en juego nuestra salvación si estará en juego nuestra reputación, y en base a esto es que se nos da el mandamiento a conducirnos con temor.
Y esta es la segunda razón por la cual temer a Dios.
2-PORQUE HAY UN MANDAMIENTO.
¿Cuál es?
“…conducíos en temor…”
¿Qué significa esto?
Que debemos vivir en este mundo consientes de que muy posiblemente aquí seamos corregidos por el Señor o en el futuro día de Cristo todas nuestras obras serán evaluadas, en vista de que el Señor es un Juez imparcial.
Si nuestras obras estuvieron mal aquí él nos disciplinará y si llegan al día del Señor sin ser confesadas entonces tendremos que atravesar por la vergüenza la misma. Pero aun así recuerde que toda lagrima y todo llanto será enjugado por el Señor.
Así que por motivo del juicio los creyentes debemos conducirnos con temor a la vergüenza de dichas perdidas.
¿Pero por cuanto tiempo debemos conducirnos con temor?
Según el texto, “…durante el tiempo de vuestra peregrinación…”
Es decir, durante toda nuestra vida en la tierra. Pues peregrinación es un termino que se utiliza para una persona que anda en una misión fuera de su nación o ciudad, o uno que esta de paso por una tierra extranjera. Y este es el termino que se nos da a los creyentes en este mundo, somos peregrinos que estamos de paso por este mundo en nuestro camino hacia nuestra verdadera patria, la patria celestial.
Es por eso que siendo peregrinos no debemos acomodarnos en este mundo, y vivir como si la única vida que existe esta en esta tierra, por esto es el mandato a no confórmanos a nuestros antiguos deseos ni a este mundo, porque un día el cielo y la tierra que ven nuestros ojos serán consumidas para dar lugar al nuevo cielo y a la nueva tierra, donde los únicos principios de vida serán los de nuestro Señor Jesucristo.
Así que debemos conducirnos con temor por motivo de que Dios juzgara nuestras obras sin parcialidad y porque nos ha dado un mandamiento.
En tercer lugar,
3-PORQUE EL COSTO DE NUESTRO RESCATE FUE DEMASIADO ALTO.
“18 sabiendo que no fuisteis redimidos de vuestra vana manera de vivir heredada de vuestros padres con cosas perecederas como oro o plata, 19 sino con sangre preciosa, como de un cordero sin tacha y sin mancha, la sangre de Cristo.”
En primer, el aspecto negativo, con que no fue hecho nuestro rescate.
3.1-No fue con los materiales costosos de este mundo que se corrompen y no tienen valor delante de Dios.
“…no fuisteis redimidos…con cosas perecederas como oro o plata,
La palabra “redimidos” significa rescatados, de manera que se nos esta diciendo que nuestro rescate de la esclavitud del pecado no fue con oro y plata, y todos sabemos que estos son metales de los mas preciosos y valiosos en la tierra, sin embargo, para Dios son simples objetos corrompibles que no pueden compararse con el valor de la muerte de su Hijo unigénito.
Hermanos usted piensa que el costo de su alma fue tan bajo como para menospreciar el alto costo que Dios dio por nosotros, de manera que vivamos haciendo lo que nos da la gana creyendo que cuando lleguemos a la presencia del Señor él nos indultará porque nosotros somos sus hijos.
Eso es vivir sin temor, y sin ser consiente de que aunque Dios es Padre, el es un Padre santo, e imparcial, que juzga a todo el mundo con justicia.
Escuchen como lo dijo Cristo en Mateo 24:45-51, “45 ¿Quién es, pues, el siervo fiel y prudente a quien su señor puso sobre los de su casa para que les diera la comida a su tiempo? 46 Dichoso aquel siervo a quien, cuando su señor venga, lo encuentre haciendo así. 47 De cierto os digo que lo pondrá sobre todos sus bienes. 48 Pero si aquel siervo es malo, y dice en su corazón: “Mi señor tardará”; 49 y empieza a golpear a sus consiervos, y come y bebe con los que se emborrachan, 50 vendrá el señor de aquel siervo el día que no lo espera, y a una hora que no sabe, 51 y lo azotará severamente y le asignará un lugar con los hipócritas; allí será el llanto y el crujir de dientes.”
Si notan aquí se trata a todos los hombres como siervos de Dios que han sido puestos sobre los bienes de Dios que son todas las cosas que están en el mundo.
El siervo prudente es el creyente que entendiendo que debe conducirse como un buen administrador de los bienes que Dios le ha dado en este mundo lo usa para la gloria de Dios a través de buscar el bienestar de sus semejantes.
Sin embargo, el siervo malo, que por su maldad manifiesta no ser del Señor, pues en vez de amar a su hermano lo maltrata, y en vez de vivir en sobriedad espiritual, se dedica a la glotonería y a la borrachera, un día será sorprendido por Cristo en su venida y entonces será azotado, se le asignará un lugar con los hipócritas, donde será el llanto y el crujir de dientes y el único lugar descrito así es el infierno.
Por eso es mi oración que ninguno de nosotros seamos esos siervos malos que de manera hipócrita aparentamos ser cristianos pero que en realidad no lo somos porque permanecemos con un corazón malo de incredulidad que no ama a sus hermanos sino que los maltrata, anda según sus deseos de fiesta en fiesta y de borrachera en borrachera así como viven las personas de este siglo.
Hermanos tengamos cuidado y vivamos con temor, porque nuestro Dios es fuego consumidor.
Hermanos tengamos cuidado porque el costo de nuestro rescate no fueron cosas perecederas sino la preciosa sangre de Jesucristo.
Y ahora pasamos a la parte positiva del pasaje ¿Cuál si fue el costo de nuestro rescate?
3.2-El costo de nuestro rescate fue la muerte del Hijo de Dios, lo cual es invaluable.
19 sino con sangre preciosa, como de un cordero sin tacha y sin mancha, la sangre de Cristo.
-La mención a la sangre preciosa del cordero tiene el propósito de hablarnos de la muerte del Hijo de Dios.
Hermanos ¿usted comprende el costo de la salvación? Fue la muerte del precioso y único objeto de deleite del Padre en toda la eternidad.
Y si hay una cosa clara acerca del valor del Hijo de Dios y el encendimiento de su ira sobre aquellos que tienen por menos su vida, lo encontramos por ejemplo en la parábola de los labradores malvados, donde Jesús deja entra dicho el gran castigo que el dueño de la viña dará a los labradores malvados por haber rechazado y dado muerte a su hijo.
Así mismo el autor de los hebreos en 10:26-31, nos da palabras que en verdad llenan de miedo a cualquiera, allí nos dice:
“26 Porque si continuamos pecando deliberadamente después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda sacrificio alguno por los pecados, 27 sino cierta horrenda expectación de juicio, y la furia de un fuego que ha de consumir a los adversarios. 28 Cualquiera que viola la ley de Moisés muere sin misericordia por el testimonio de dos o tres testigos. 29 ¿Cuánto mayor castigo pensáis que merecerá el que ha hollado bajo sus pies al Hijo de Dios, y ha tenido por inmunda la sangre del pacto por la cual fue santificado, y ha ultrajado al Espíritu de gracia? 30 Pues conocemos al que dijo: Mia es la venganza, yo pagare. Y otra vez: El Señor juzgara a su pueblo. 31 ¡Horrenda cosa es caer en las manos del Dios vivo!”
Hermanos ¿Y así todavía no entendemos el tipo de temor y reverencia con la que debemos conducirnos todo el tiempo de nuestra peregrinación en la tierra?
Es cierto que los creyentes no debemos tener miedo y vivir en incertidumbre pensando que es en el día del juicio que Dios nos dirá si somos salvos o no, no eso no, porque para los que dependemos de la sangre de Cristo ya no hay mas condenación, por eso no debemos vivir en la incertidumbre de la salvación por la verdad del juicio imparcial de Dios, sin embargo, debemos cuidarnos de abrazar el pensamiento mundano y liberal de comamos y bebamos que mañana moriremos y al cielo nos iremos, pues como han abrazado algunos, al fin y al cabo Dios ya nos perdonó todos nuestros pecados y por eso podemos pecar deliberadamente.
No hermano no crea eso, porque eso es una gran mentira, el verdadero hijo de Dios vive en una forma santa y piadosa, considerándose todos los días un pobre pecador, que necesita de la gracia y el perdón de Dios todos los días de su vida, es un hombre o una mujer que cuando se acerca a Dios siente su propia indignidad y solo puede decir se propicio a mis pecados o Dios y perdóname.
Un verdadero hijo de Dios no es aquel que nunca peca es aquel que sabe que peca, reconoce sus pecados, vive una vida de confesión de pecados y de un continuo separarse del mal, es uno que no se atreve a juzgar a nadie sin primero pensar que tal vez el pecado de su hermano es una paja y el suyo es una viga, por el hijo de Dios es uno que primero lidia con sus propios pecados antes que lidiar con los pecados de sus hermanos. El hijo de Dios es uno que sabe que si hay alguien que tiene poder para acusarle en la intimidad es su conciencia y de ella no podemos escapar.
Por lo tanto, hermanos siendo que Cristo “…estaba preparado desde antes de la fundación del mundo, pero se ha manifestado en estos últimos tiempos por amor a (nosotros) (y) 21 que por medio de El (somos) creyentes en Dios, (pongamos nuestra) fe y esperanza (solamente) en Dios.”
Hermanos la muerte de Cristo por los elegidos no fue un plan b sino el único plan de Dios, Cristo no fue una medida repentina tomada por Dios después de que Adán y Eva pecaron, su venida fue planificada antes de la creación del mundo, lo que asegura la salvación de los elegidos en base al antelado plan de Dios de sustituir a los pecadores con su propio Hijo.
El tiempo de la manifestación de Cristo fue en estos últimos tiempos lo que nos habla que la primera venida de Cristo se dio gracias al compromiso de amor del Padre para con los elegidos. (es decir, que Jesús vino a la tierra solo por causa del amor del Padre y del Hijo por los elegidos.)
Y desde la llegada del Hijo comenzó el periodo denominado los últimos tiempos, ya que Cristo se manifestó en estos últimos tiempos.
Así que hermanos, siendo que hoy hemos conocido estas razones, meditemos en como nos estamos conduciendo en este mundo, evaluémonos si estamos viviendo de una manera santa, piadosa y bajo el temor de Dios, porque un día todas nuestras obras serán evaluadas por el Padre y él lo hará sin ningún tipo de parcialidad.
Hermanos que este mensaje nos sirva para la meditación, evaluación y consagración. Y oremos los unos por los otros para que seamos una iglesia santa, con reverencia hacia un Dios imparcial, pero sin temor a un Dios condenador, porque para los que estamos en Cristo no hay ninguna condenación.
Y eso es una verdad inalterable, en la cual podemos confiar.
Así que espero que no confunda caída, arrepentimiento, y restauración que es la vida del cristiano, con una vida permanente de pecado y sin temor a Dios que son las características de un falso creyente.
Dios nos ayude a comprender sus Escrituras y a vivir en santidad para él como una ofrenda agradable a sus pies.
Oremos.