PASOS PARA EL CRECIMIENTO ESPIRITUAL

Escrito por el 27 de noviembre de 2024

Si hay algo que preocupa a un padre o a una madre es ver a sus hijos sin apetito, y cuando este se prolonga es aun mas preocupante todavía. Es entonces cuando los padres llevan a los hijos a los médicos para determinar cual es el problema y como puede ser resuelto. En la mayoría de los casos el problema de la falta de apetito son los parásitos, cuya presencia en el cuerpo tal vez haya sido resultado de haber ingerido algún alimento que los contenía, y es por eso que si ese es el caso el doctor indicará un medicamento para eliminar y desechar los parásitos a fin de que le vuelva el apetito y tal vez una dieta donde el niño pueda comer alimentos que le den los nutrientes que necesita para seguir avanzando con un normal crecimiento.

De la misma manera hermanos acontece en la vida espiritual. Pues muchas veces la falta de apetito por la palabra de Dios se debe a la presencia de parásitos espirituales, es decir, pecados que todavía no hemos desechado de nuestra vida, pecados que queremos seguir dándole una probadita de vez en cuando, queremos seguir alimentándonos de comida chatarra y esta es la razón por la falta del saludable alimento que es la palabra de Dios.

Y este es precisamente el mensaje que el apóstol Pedro tiene para nosotros en esta mañana. Pedro nos va a mostrar dos acciones que debemos tomar para poder crecer espiritualmente y además nos mostrará la condición esencial que existe para el crecimiento espiritual.

Texto: 1 Pedro 2:1-3: “

Título: “PASOS PARA EL CRECIMIENTO ESPIRITUAL”

Si ustedes lo notaron este pasaje comienza con un “Por tanto” lo que quiere decir que los pasos que tenemos que dar para crecer espiritualmente tienen su fundamento en las verdades antes mencionados.

¿Y cual de todas estas verdades? La verdad de que ya hemos sido purificados de nuestros pecados.

Y esto no debe tomarse con liviandad, en vista de que si nuestros pecados no hubieran sido purificados todavía estuviéramos muertos en nuestros delitos y pecados, es decir, nuestra condición seria la de muertos espirituales que no pueden sujetarse a la ley de Dios porque sencillamente están muertos.

Pero ahora que hemos sido purificados de nuestros pecados podemos obedecer todos los mandamientos que se nos han dado incluyendo los que el apóstol Pedro nos dará a continuación para que podamos crecer espiritualmente.

Porque mientras que en 1:23, Pedro nos indica que hemos nacido de nuevo mediante la palabra de Dios que vive y permanece para siempre; en 2:1-3, Pedro nos manifestará los pasos que tenemos que dar a fin de que crezcamos espiritualmente.

En el capitulo anterior se nos presenta como nuevas criaturas renacidas por el poder de Dios, y en el capitulo 2 como bebes recién nacidos que una vez han gustado la leche espiritual no pueden vivir sin ella y por eso lloran como si el mundo se fuera acabar sino le dan su leche.

Ahora bien, ¿Cuál es el primer paso para el crecimiento espiritual?

1-DEBEMOS DESECHAR LOS PECADOS SEDUCTORES DEL MUNDO.

Fíjese en el v.1, “por tanto, desechando toda malicia y todo engaño, e hipocresías, envidias y toda difamación”

Hermanos el primer paso para el crecimiento espiritual es desechar de nosotros toda las incitaciones a vivir como los que no tienen a Cristo.

¿Y como es que vive el mundo? Vive en malicia, engañando y siendo engañado, andando por apariencias, envidiando y difamándose los unos a los otros.

Pero para el cristiano esto no debe ser así.

Y es por esto que en primer lugar se nos ordena a desechar de nosotros toda malicia.

Y hermanos quiero que entiendan de que se trata el primer paso para el crecimiento espiritual, se trata de desechar, y para que entienda la idea, permítame explicárle de que nos habla esta acción para que usted pueda practicarla en su diario vivir.

Imagínese que nosotros los cristianos pertenecemos a un equipo de futbol llamado los cristianos. Entonces cuando creímos en Cristo se nos dio un uniforme que dice “Los cristianos” entonces nos inscribimos en un torneo que se llama “La vida diaria” y en ese torneo además de nosotros participan el equipo de la malicia, el engaño, la hipocresía, la envidia y la difamación.

Así que como equipo no solo somos rivales y luchamos contra ellos, sino que cuando el manager de esos equipos trata de conquistarnos y ponernos la camiseta de la malicia, el engaño, la hipocresía, la envidia y la difamación nosotros como estamos identificados con Cristo, pues el pago el mas alto de los precios por nosotros, nosotros no solo nos negamos sino que cuando intentan que nos pongan su camiseta la desechamos, es decir, nos despojamos de dicha camiseta y la echamos a la basura como un desecho toxico.

Así como un día Alex Rodríguez le puso de relajo una camiseta de los yanquis a David Ortiz, y David como con un asco y repulsión se la quitó moviéndose con su cuerpo porque no se atrevía ni a tocarla con sus manos.

La otra ilustración es la de la comida chatarra. Todos sabemos que si queremos que nuestros hijos crezcan sanos y fuertes no le podemos dar comida chatarra, debemos darle comida con los nutrientes necesarios para el crecimiento.

Así que como la madre que rechaza que a sus hijos a la hora de las 12 se le de paleta o bolón así debemos rechazar la comida aparentemente sabrosa del mundo para consumir solo la nutriente palabra de Dios.

De la misma manera los cristianos tenemos que desechar de nosotros toda actitud pecaminosa que procure apoderarse de nosotros y hacernos lucir como paganos o inconversos. También debemos desechar de nosotros toda actitud mundana que aparenta tiene buen sabor pero que no contiene ningún nutriente.

¿Y que es lo primero que debemos desechar?

a. “Toda malicia”. La palabra malicia significa aquella mala voluntad que se origina en la naturaleza de los pecadores. En suma, la malicia es el deseo de causar dolor, daño o agravio a nuestro prójimo. Si permitimos que este mal se exprese en nuestras relaciones el amor por nuestro prójimo desaparece. 

b. “Todo engaño”. Hace alusión a cierto número de acciones abarcadas por la frase todo engaño: la falsedad, la astucia, la seducción, la difamación y la traición. 

Ahora bien, ¿Cómo podemos describirlo? Creo que por la descripción que Pablo hace del mago Elimas de la Isla de Chipre. Pablo lo llama “hijo del diablo y enemigo de toda justicia”. Luego añade: “Tú estás lleno de engaño y de maldad” (Hch. 13:10). 

De manera que el engaño toma la apariencia de la verdad para atrapar al incauto. Por consiguiente, el engaño y la hipocresía son mellizos: por el engaño una persona es extraviada, y por la hipocresía es engañada.119

c. “Hipocresía, envidias”. Estas dos palabras aparecen juntas en el griego original. 

La persona hipócrita finge ser lo que no es, porque es una persona con doble corazón y con lengua mentirosa. 

Por ejemplo, Jesús reprendió a los fariseos y maestros de la ley por su hipocresía cuando les dijo: “¡Hipócritas! Bien profetizó de vosotros Isaías cuando dijo: ‘Este pueblo de labios me honra mas su corazón está lejos de mí’ ” (Mt. 15:7–8; Is. 29:13). 

Por otro lado la envidia es una actitud que se expresa en el deseo de poseer lo que pertenece a otro. Lo que frecuentemente lleva al rencor.

d. “Y de toda calumnia. Con esto Pedro nos da a entender que la lengua es un instrumento presto y predispuesto a hablar a espaldas de nuestro prójimo.

La calumnia se manifiesta de numerosas maneras y el abuso de la lengua da ímpetu a otros pecados.[1]

Por ejemplo Stg. 4:11, nos muestra que cuando hablamos mal los unos de los otros nos constituimos en juzgadores de la ley y no en cumplidores, lo que nos lleva a usurpar el lugar de Juez que solo le pertenece a Dios y a su Cristo. Que Dios nos libre de semejante osadía y a la vez nos de un corazón tierno para orar por misericordia para aquellos que nos detractan.

Así que el primer paso para el crecimiento espiritual consiste en desechar de nosotros como una ropa sucia y asquerosa las actitudes pecaminosas de este mundo.

Ahora, ¿Cuál es el segundo paso para el crecimiento espiritual?

2-DEBEMOS DESEAR PROFUNDAMENTE LA PALABRA DE DIOS NO MANIPULADA.

Fíjese en v.2, “desead como niños recién nacidos, la leche pura de la palabra, para que por ella crezcáis para salvación”

Hermanos, todos los que son padres entienden perfectamente que lo que aquí se nos esta diciendo, es que los cristianos tenemos que desear la palabra de Dios de manera intensa, continua y prolongada, porque el mandamiento es a desear la palabra de Dios así como un recién nacido desea la leche materna.

Según lo afirma Cathy Garbin, una consultora de lactancia con renombre internacional. Lo normal es que una madre tenga que dar el pecho cada dos o tres horas durante el día. Es probable que por la noche los intervalos sean más largos, de entre tres y cuatro horas, o incluso cinco. Sin embargo algunos bebés se alimentan más rápido y están llenos en 15 minutos, mientras que otros pueden tomar el pecho incluso durante una hora. Es mas en la primera semana un recien nacido puede llorar por leche cada 45 minutos.

Y de esa manera hermanos es que la palabra apostolica nos ordena desear la leche pura de la palabra de Dios.

Y si hermano, porque todos sabemos que la leche que en verdad le dará a nuestros hijos el crecimiento saludable que necesita es aquella que no esta adulterada, es decir, es aquella que no esta mezclada con otros ingredientes o diluida con agua.

Pues una leche diluida o adulterada nunca tendra la fuerza, ni los nutrientes que la leche pura si tendra.

¿Y a que a punta esto?

Esto apunta a que los creyentes debemos desear profundamente la enseñanza de la palabra de Dios que no ha sido mezclada con las enseñanzas del mundo y por lo tanto, diluida y adulterada.

Tal como los fariseos del tiempo de Jesus los cuales añadian las tradiciones de sus antepasados, y sus propias interpretaciones personales al texto biblico, enseñandoles a los creyentes a seguir sus sugerencias antes que transitar por la sencilla obediencia del mandamiento de la palabra de Dios.

En marcos 7:10-13, “ 10 Porque Moisés dijo: “Honra a tu padre y a tu madre”; y: “El que hable mal de su padre o de su madre, que muera;” 11 pero vosotros decís: “Si un hombre dice al padre o a la madre: ‘Cualquier cosa mía con que pudieras beneficiarte es Cobán (es decir, ofrenda a Dios)’ ”; 12 ya no le dejáis hacer nada en favor de su padre o de su madre; 13 invalidando así la palabra de Dios por vuestra tradición, la cual habéis transmitido, y hacéis muchas cosas semejantes a éstas.” 

Ante esta actitud farisaica Jesús describió a los fariseos y a sus seguidores como ciegos y guías de ciegos, de manera que si un ciego guía a otro ciego ambos caerán en el hoyo.

De manera que la expresión “la leche pura de la palabra” o “la leche espiritual no adulterada” nos habla de desear la enseñanza de la palabra que “no ha sido manipulada o mezclada con psicología o la mejor conclusión del hombre sobre como solucionar los problemas del alma.

Es por esto hermanos que es un deber para cada creyente buscar con sumo deseo que se le enseñe las Escrituras tal cual como ellas se presentan, porque de eso depende nuestro crecimiento espiritual.

De manera que una de las razones por la que posiblemente vemos a personas que se llaman creyentes nunca crecer espiritualmente es porque el alimento que están recibiendo esta adulterado o diluido. Y una leche diluida no tiene la capacidad para crear huesos sanos, fuertes y saludables, lo que si creará es un individuo débil y con aspecto de niño.

Así que hermanos oremos para tener el mimo anhelo que en el salmo 42 David tenia por la palabra de Dios,

   1 Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas,

Así clama por ti, oh Dios, el alma mía. 

   2 Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo;

Salmo 19:10,

Deseables son más que el oro, y más que mucho oro afinado; 

Y dulces más que miel, y que la que destila del panal.

Ahora bien, ¿Cuál es la razón para poner en practica estas acciones?

Pero pastor ¿Por qué es que no deseo asi la palabra de Dios?

3-Razon para poner en practica estas acciones. 

Puede ser por uno de dos motivos o tal vez por el fallo en dos cosas.

En primer lugar, la falta de hambre por la sana enseñanza de la palabra de Dios puede venir porque estas llenando tu alma de comida chatarra, de manera que lleno aunque insatisfecho de la comida del mundo no desarrollas hambre por la palabra de Dios.

Si esta es tu condición entonces necesitas escuchar y obedecer el primer mandamiento que hemos recibido, comienza a desechar la comida chatarra, comienza a desechar los pecados de tu vida, no los abraces, no los gustes, ni pruebes, saca esa dieta de tu vida, no lo consumas, pero no poco a poco, sácalo radicalmente de tu vida, despójate totalmente de ellas.

Pues como el Señor lo dijo si tu ojo te es ocasión de caer, saca tu ojo de ti, porque es mejor entrar a la vida sin ojo, que perder toda tu alma en el infierno.

Y dígame si esta no es una acción radical.

En segundo lugar, es posible que la razón por la que no das estos pasos y no tienes hambre por la palabra de Dios se debe a que en verdad todavía no has nacido de nuevo. Pues esto es la apelación que se hace en el v.3, donde se nos enseña que aquellos que desechan el pecado y desean profundamente la palabra de Dios no adulterada son aquellos que han sido objeto de la benignidad de Cristo, es decir, de aquellos que Cristo les ha hecho nacer de nuevo.

-si es que habéis probado la benignidad del Señor.”

Porque así como es natural que un recién nacido llore desesperadamente por la leche materna así mismo el cristiano tiene que sentir apetito por la palabra de Dios, y así como consideramos enfermo a un recién nacido cuando no tiene apetito así también podemos considerar como un enfermo aquellos que llamándose cristiano no desean con profundidad la enseñanza de la palabra de Dios.

Y hermanos en vista de esta enseñanza y con el mas profundo amor quiero decirles que al parecer esta es una iglesia que de manera general esta enferma.

¿Por qué? Porque no se le ve un anhelo por el estudio de la palabra de Dios. ni individual, ni grupal ni congregacional.

Esta ha sido una iglesia que parece rehuir de sentarse debajo de maestros de la palabra para ser enseñados, algo si tengo que reconocer, puedo reconocer un deseo por recibir la enseñanza de la palabra los domingos cuando la enseñanza no interrumpe ninguna de nuestras actividades pero hay muy poco interés en dedicar cualquier otro tiempo de la semana para dedicarnos a estudios bíblicos, asistir a enseñanzas profundas de la palabra, o someterse a la enseñanza académica de las Escrituras.

Pero aun así, ¿Dónde esta la escuela dominical para los adultos? Cuando históricamente hablando ha tenido que cancelarse por la poca asistencia de los hermanos.

Se que hay sus excepciones pero este no es el sentido general de toda la iglesia, pero saben que, esto no tiene porque ser así, porque podemos cambiar este mal proceder.

Hermanos ¿Cómo podemos crecer espiritualmente?

Necesitamos dar dos pasos: 1-Desechar el pecado; 2-Desear profundamente la enseñanza de la palabra de Dios no adulterada.

¿Y como lo haremos?

1-Comencemos por comenzar a orar todos los días ¡Dios dame hambre por tu palabra así como un recién nacido anhela la leche materna!

2-Oremos por sabiduría para que los pastores puedan programar estudios bíblicos donde la iglesia pueda asistir.

3-Oremos y consideremos inscribirnos en la academia de enseñanza teológica de la iglesia.

4-Oremos por el restablecimiento de la escuela dominical para adultos y niños.

5-Y pidamos ayuda para desechar de nosotros los pecados con los que luchamos y que todavía no hemos podido erradicar de nuestras vidas.


[1] Kistemaker, S. J. (1994). Comentario al Nuevo Testamento: 1 y 2 Pedro y Judas (pp. 97–98). Grand Rapids, MI: Libros Desafío.


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