ME GLORIO EN JESUCRISTO

Introducción: Queridos hermanos permítame introducir este mensaje con una pregunta: ¿Saben ustedes cual era la frase que manifestaba la jactancia de los creadores y el capitán del Titanic? “El barco que ni Dios puede hundir”. ¿Y al final que pasó? El barco se hundió a 3,784 metros de profundidad provocando así la muerte de 1,514 personas. Lo que lo convirtió en el naufragio más grande de toda la historia.

¿Y saben lo que esto nos enseña? Dentro de muchas cosas, que debemos tener mucho cuidado cuando nos jactamos de algo o de alguien, porque por mas seguros que estemos de ellos en el día menos esperado pueden hundirse hasta las profundidades del océano. 

Sin embargo, hay alguien en el cual podemos jactarnos con plena seguridad porque nunca jamás se hundirá. 

¿Quieres saber quien es? 

Vayamos a:

Texto: Gálatas 6:14-18 (Leer y orar)

Titulo: “ME GLORIO EN JESUCRISTO” Las razones para hacerlo.

Contexto: Tenemos a Pablo declarándonos tanto la importancia de las enseñanzas sobre el legalismo y las características y verdaderos propósitos por los cuales ellos tratan de obligar a los creyentes a someterse a sus ordenanzas como única manera para asegurar la salvación de sus almas.

A partir del v.4, el apóstol cambia de las características y propósitos de los legalistas a la actitud y obra que debe caracterizar a un cristiano y ministro de la palabra de Dios; además nuestra la razón para asumir esta actitud; la bendición que hay a todo el que vive conforme al evangelio de la gracia; y la actitud que debemos tomar ante las demandas del legalismo.

Así que comencemos en esta mañana mostrando la actitud que debe gobernar a todo aquel que se llama cristiano.

¿Cuál es? 

I-PORQUE ES LA SATISFACCION DEL VERDADERO MINISTRO. 

¹⁴ Pero jamás acontezca que yo me gloríe, sino en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por el cual el mundo ha sido crucificado para mí y yo para el mundo. 

Lo primero que vamos a ver es la parte de negativa. Es decir, de donde no debe venir la satisfacción de los creyentes. Así que:

1-NO VIENE DE LOS SACRIFICIOS QUE OTROS HACEN PARA OBECEDERNOS.

^“14 Pero jamás acontezca que yo me gloríe…”

Esta frase expresa el contraste que debe haber entre un legalista y un hombre espiritual.

Es decir, mientras que el legalista se gloria en los hombres (lo que quiere decir que se jacta y satisface al ver a sus discípulos sujetándose a sus ordenanzas) el hombre espiritual siente satisfacción por los padecimientos y sacrificios que tiene que hacer por identificarse con la cruz de Cristo.

Y el apóstol expresa esto con las palabras “pero jamás acontezca que yo me glorié…”

Hermanos ¿Cualquiera de los que trabajamos en el ministerio pudiéramos vernos tentados a jactarnos cuando vemos a las personas seguir nuestras enseñanzas?

Y aunque no esta mal gozarnos y sentirnos orgullosos de la vida espiritual de nuestros hermanos, lo que jamás deberíamos hacer es atribuirnos el crédito por la manera en que ellos viven a Dios, sí debemos gozarnos de haber contribuido a que ellos vivan para Cristo, pero de lo que debemos cuidarnos es gloriarnos pecaminosamente como los judaizantes y los fariseos, los cuales con doctrinas no cristianas envolvían a los hombres en el legalismo y los desviaban del verdadero evangelio de Cristo.

Así que jamás acontezca que nos atribuyamos como merecedor de los créditos por la transformación de la vida de los creyentes. 

Entonces, ¿De donde debe venir nuestro gozo, satisfacción u orgullo?

2–VIENEN DE LOS SUFRIMIENTOS QUE SOPORTAMOS POR IDENTIFICARNOS CON CRISTO.

v.14, “^“14 Pero jamás acontezca que yo me gloríe, sino en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por el cual el mundo ha sido crucificado para mí y yo para el mundo.”

La mención de Pablo de gloriarse en la cruz de Cristo es una expresión que hace referencia a los sufrimientos que tenemos que padecer con tal de vivir conforme al evangelio de Jesús.

Y hermanos debemos de esforzarnos en entender la línea de pensamiento que Pablo esta trazando aquí.

¿Por qué?

Porque mientras los legalistas no quieren padecer por la cruz de Cristo, este es el lugar donde el hombre espiritual encuentra su gozo y satisfacción.

El v.12, dice: “Los que desean agradar en la carne tratan de obligaros a que os circuncidéis, simplemente para no ser perseguidos por la cruz de Cristo.”

Ahora bien, ¿Será que Pablo es masoquista? Ya qué se gloria en la cruz de Cristo, No. pues no es que los sufrimientos le producen placer, pues en tal aso si seria un masoquista, sin embargo, su gozo no viene de ahí sino de que ellos le permiten identificarse con los sufrimientos y la persecución que el mismo Señor sufrió mientras estuvo en la tierra.

Y esto nos hace recordar los sentimientos de los apóstoles Pedro, Juan después de haber sido azotados por haber predicado el evangelio y sanado a un cojo en el nombre de Jesús.

Hechos 5:40-42,

“…Llamaron a los apóstoles y mandaron que los azotaran. Luego les ordenaron que nunca más hablaran en el nombre de Jesús y los pusieron en libertad. ⁴¹ Los apóstoles salieron del Concilio Supremo con alegría, (allí esta el gozo, el glorío) (y aquí esta la razón o la causa de su alegría) porque Dios los había considerado dignos de sufrir deshonra por el nombre de Jesús. ⁴² Y cada día, en el templo y casa por casa, seguían enseñando y predicando este mensaje: «Jesús es el Mesías».

Así que hermanos como he mencionado el contraste es el siguiente:

Mientras que los legalistas predican mandamientos de hombres para su propia gloria, el hombre espiritual predica el evangelio para la gloria a Dios.

Mientras que los legalistas se gozan en ver a los creyentes sujetos a sus mandamientos, los hombres espirituales se gozan en poder identificarse con Cristo en los sufrimientos que reciben por seguir la doctrina de la cruz.

Ahora bien, ¿Cuáles serian los resultados de abrazar la cruz de Cristo?

Fijémonos en la segunda parte del v.14, “Por el cual el mundo ha sido crucificado para mi y yo para el mundo.”

¿Y que significa esto?

Para entenderlo debemos primero comprender que mundo aquí hace referencia al sistema de cosas que los legalistas obligan a seguir para asegurar su entrada al reino prometido, estas cosas para aquellos que nos gloriamos en la cruz de Cristo han sido crucificado.

Y que estas cosas hallan sido crucificadas para nosotros solo alude a que están muertas para nosotros, es decir, no tienen ningún valor o poder sobre nosotros. Ya que estas cosas solo tienen poder para los pecadores que no han nacido de nuevo.

Permítame explicarle esto usando un versículo que he usado en múltiples ocasiones en esta serie, es Colosenses 2.20-23, 

“20 Si habéis muerto con Cristo a los principios elementales del mundo, ¿por qué, como si aún vivierais en el mundo, os sometéis a preceptos tales como: 21 no manipules, ni gustes, ni toques 22 (todos los cuales se refieren a cosas destinadas a perecer con el uso), según los preceptos y enseñanzas de los hombres? 23 Tales cosas tienen a la verdad, la apariencia de sabiduría en una religión humana, en la humillación de sí mismo y en el trato severo del cuerpo, pero carecen de valor alguno contra los apetitos de la carne.”

Si ustedes se fijan los principios elementales del mundo, no son lo mismo que el mundo, pero es un sistema que se asemeja a la vida en el mundo.

¿Pues como vive el mundo? Por la obediencia a preceptos tales como no manipules, ni gustes, ni toques. Es decir, una vida basada en la obediencia a mandamientos de hombres.

Esto hacer referencia a la vida que depende de las obras de la ley, los cuales según el v.22, todas se referían a cosas destinadas a perecer con el uso.

Y la pregunta en estos versículos para los que han muerto con Cristo es: ¿Cuáles son las razones por las que siguen sujetos a los preceptos y enseñanzas del legalismo que estaban destinadas a perecer con el uso?

Si han muerto con Cristo a tales cosas ¿Cómo es que continúas sujetándose a tales preceptos? Esto no tiene sentido, pues una vez una persona muere ¿Cómo muerta se sigue sujetando a una ley que no tiene poder sobre los muertos al pecado?

Ya no tenemos que seguir sujetándonos a tales preceptos porque hemos sido libertados de ellos. 

Es como la mujer después de que ha quedado viuda, una vez su marido ha muerto según la escritura del mismo Pablo aquella mujer es LIBRE de casarse con quien quiera, solo con el único requisito de que sea en el Señor.

De manera que cuando Pablo dice: “el mundo ha sido crucificado para mi y yo para el mundo”

Lo que significa es que ya los mandamientos y los preceptos de los maestros del legalismo no tienen ningún poder para condenarnos, pues hemos muertos al pecado y nuestra vida esta escondida con Cristo en Dios.

Por lo tanto, no tenemos que seguir esforzándonos y sacrificándonos en tratar de cumplirlos porque hemos sido libertados de sus acusaciones y de su poder para condenarnos, ya que no hay ninguna condenación para los que estamos en Cristo Jesús.

La pregunta es: ¿Estas tu en Cristo Jesús?

Pues si estas en Cristo, la ley no tiene poder para condenarte, entonces ¿Por qué sujetarte a una ley que no tiene poder alguno contra los apetitos de la carne?

Por eso mismo porque no podemos vencer los apetitos de la carne sujetándonos a mandamientos de hombres solo podemos hacerlo en el poder del Espíritu Santo, es decir, la fe en el poder de Jesús para librarnos del pecado.

Fue como el mismo Pablo lo dijo en el mismo Gálatas 2:20, “Con Cristo he sido crucificado, y ya no soy yo el que vive, sino que Cristo vive en mí; y la vida que ahora vivo en la carne, la vivo por fe en el Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.”

Hermanos, ¿Cómo vivimos ahora en la carne? 

Vivimos por la fe en el Hijo de Dios, el cual nos amó y se entregó a sí mismo por nosotros.

Así que el poder de una vida que vence a los apetitos y tentaciones de la carne viene de la fe en la obra sustitutoria de Cristo Jesús en la cruz del calvario.

Así que no tenemos que depender de los mandamientos de hombres que se apartan del evangelio de Cristo, solo debemos creer en el evangelio de Cristo y depender del poder santificador de la cruz sobre nosotros.

Ahora bien, ¿Porque razón Pablo se gloria en la cruz de Cristo?

Y esto nos lleva a:

4-LA RAZON DEL GOZO DE PABLO EN LA CRUZ DE CRISTO.

Fijémonos en el v.15, “¹⁵ Porque ni la circuncisión es nada, ni la incircuncisión, sino una nueva creación.”

Hermanos la razón por la que Pablo esta dispuesto a padecer por el evangelio de la cruz se debe a que no hay otra forma en el cual los hombres puedan ser salvos.

La propuesta de los legalistas era sujetarse a un sistema de ordenanzas antiguo testamentarias mal interpretadas, dentro de las cuales se encontraba la circuncisión como señal de pertenecer al pueblo de Dios.

Sin embargo, ellos no entendieron que esta circuncisión era solo un anuncio de la verdadera circuncisión que Dios haría en los corazones de los hombres.

¿En que consiste esta circuncisión del corazón?

Si la circuncisión de la carne consiste en despojarnos de la piel que rodea al pene, la circuncisión espiritual consiste en despojarnos del viejo hombre que esta viciado conforme a los deseos engañosos.

La circuncisión del corazón nos habla del arrepentimiento de nuestros pecados y la muerte y conversión de nuestro viejo hombre a un nuevo hombre creado según Dios en la justicia y la santidad de la verdad, la cual solo es posible mediante el nuevo nacimiento.

De manera hermanos que la circuncisión en la carne conjuntamente con todos estos mandamientos de hombres basados en las ordenanzas mal interpretadas de la ley, no tiene ningún poder para salvar a nadie, porque esto solo es posible por medio de la fe en la obra de Cristo en la cruz.

Pero el apóstol también menciona que la incircuncicion tampoco es nada, ¿Por qué?

Por lo mismo. Porque la salvación no se trata de hacer o dejar de hacer cosas externas, la salvación se trata solamente de depositar nuestra fe en la obra de Cristo en la cruz del calvario. Y esto no es una obra nuestra es una obra del Espíritu Santo que nos convence de pecado, justicia y de juicio cuando nos arroja luz o nos da entendimiento del significado de la cruz de nuestro Señor Jesucristo.

De manera que aquellos que dependen solamente de la obra de Cristo en la cruz disfrutaran tanto de la salvación como de la bendición de los apóstoles.

¿Y dónde podemos ver esto segundo?

En el v.16, “¹⁶ Y a los que anden conforme a esta regla, paz y misericordia sea sobre ellos y sobre el Israel de Dios.”

Esto nos lleva al segundo punto del mensaje:

II-PORQUE ES LO QUE PERMITE LA BENDICION DEL VERDADERO MINISTRO.

¿Cuál es la bendición?

Paz y misericordia.

Los legalistas tienen un sistemas de reglas para asegurar su entrada al reino prometido, y el creyente no es que no tiene reglas, el creyente verdadero también tiene, ¿Cuántas? Una sola. ¿Cuál es? La que Pablo nos acaba de enseñar, la dependencia solamente en la obra de Cristo en la cruz, el gloriarse en la cruz de Cristo.

La paz que Pablo nos habla es la bendición de la reconciliación con Dios cuando antes fuimos enemigos de Dios. 

Romanos 5.10-11, dice: “10 Porque si cuando éramos enemigos fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, habiendo sido reconciliados, seremos salvos por su vida. 11 Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo, por quien ahora hemos recibido la reconciliación.”

La bendición de la paz entonces nos reconcilia y nos permite gloriarnos en Dios. 

¿Y a que hace referencia la misericordia?

Hace referencia a la actitud de Dios hacia nosotros por nuestros pecados. Él ha se ha compadecido de nosotros, y ni hoy ni en el futuro nos tratará como merecen nuestros pecados sino que nos trata y tratará como merece su Hijo Jesucristo, como reyes y sacerdotes.

Hermanos eso es lo que somos, por lo tanto, aceptemos nuestro estatus en este mundo y vivamos consecuentemente con lo que somos, conduzcámonos como reyes y sacerdotes, es decir, gobernemos conforme al evangelio en los entornos donde tenemos la responsabilidad de gobernar; y vivamos como sacerdotes intercediendo continuamente por nuestros hermanos y este mundo.

Así que la paz y la misericordia de Dios son las bendiciones que disfrutamos los que dependemos y nos gloriamos solamente en la cruz de Cristo.

Finalmente ¿Cuál seria la resolución de un hombre espiritual frente a las demandas del legalismo?

v.17, “¹⁷ De aquí en adelante nadie me cause molestias, porque yo llevo en mi cuerpo las marcas de Jesús.”

¿Por qué debemos gloriarnos en Jesucristo?

III-PORQUE NOS LIBRA DE LAS DEMANDAS LEGALISTAS.

Una vez que hemos comprendido que no tenemos porque sujetarnos a las demandas de los legalistas, no debemos permitir que ellos nos acosen y nos obliguen a obedecerles por la búsqueda de seguridad de salvación.

Pablo dice: “De aquí en adelante nadie me cause molestias…”

Es decir, después de todo lo que he enseñado no quiero que nadie vuelva a molestarme con lo mismo. Si hermanos porque el legalismo es una molestia, es un agravio, pues desvía a los creyentes del verdadero evangelio de Cristo y lo somete a mandamientos de hombres.

¿Y por que nadie tiene que molestarnos demandándonos vivir bajo los rudimentos del mundo y la ley?

Porque en el caso de Pablo las consecuencias de su amor por Cristo son notorias por las marcas de su cuerpo.

¿De que nos habla esto?

Bueno que los legalistas querían que los creyentes se circuncidaran, es decir, manifestaran su compromiso con Dios a través de una marca física.

Con esta expresión es como que pablo les dice: “¿quieren ver una marca física de mi compromiso con Dios? pues aquí la tienen, mis marcas físicas son todas las marcas de los latigazos, mordidas de serpiente, bofetadas, y palizas que tengo en mi cuerpo por predicar solo a Jesucristo crucificado.

Y nosotros hermanos ¿A que podemos apelar?

¿Acaso podemos apelar al sufrimiento que hemos padecido por el Señor?

¿Pero cual sufrimiento, si lo que la mayoría de las veces hemos sentido es vergüenza por proclamar a Cristo?

Muchas veces somos mas valientes para hablar y defender nuestras inclinaciones políticas que usar las redes sociales para hablar solo del Cristo crucificado, de manera que la gente percibe que somos políticos en vez de cristianos.

Y así sucesivamente, la mayoría de las veces nos proyectamos y nos gozamos mas porque tenemos logros en el deporte, en el área empresarial o los negocios, nos gloriamos mas en nuestros logros como profesionales o en nuestras ocupaciones antes de gloriarnos en la cruz de Cristo.

Hermanos nosotros solo podemos apelar a los sufrimientos de Cristo Jesús en la cruz del calvario.

Su pasión es a aquello que debemos apelar para demostrar que tenemos salvación y vida eterna, y a esto precisamente era a que apelaba el apóstol Pablo, pues todo lo que había vivido fue como una ofrenda a Dios no como un pago, pero su ofrenda le dejo marcas, así como la obediencia de Cristo dejó marcado para siempre las manos, los pies y el costado del Señor.

Hermanos gloriémonos solo en la cruz de Cristo y cuando vengan a nosotros queriéndonos someter a doctrinas de hombres recordemos que nadie nos tiene porque inquietar con estas cosas que carecen da valor alguno contra los apetitos de la carne. 

¹⁸ Hermanos, la gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con vuestro espíritu. Amén.

Es la manera en la que Pablo culmina en esta carta, y este es mi deseo para con nosotros también que su gracia sea con nosotros siempre.

En esta mañana hemos visto el final de esta serie.

Hemos visto que un hombre espiritual:

1-Jamas se gloria en como los demás le obedecen, solo se gloria en el poder de la obra de Cristo en la cruz.

2-Hemos visto que una vez hemos abrazo la cruz de Cristo no tenemos que sujetarnos a los mandamientos de los hombres que no dependen de la suficiencia de Cristo ya que hemos muerto a la ley y al mundo.

3-Que solo disfrutamos de la paz y la misericordia de Dios después de depender de la obra de Cristo.

Y 4-Que no debemos inquietarnos por la enseñanza legalista cuando esta trate de obligarnos a seguirles.

Hermanos ¿Estamos gloriándonos solo en la cruz de Cristo o acaso nos gloriamos en nuestra propia vida piadosa?

¿Sera nuestra vida piadosa o no lo que nos da seguridad de salvación en esta vida?

Quiera Dios ayudarnos a no gloriarnos en los hombres, ni en nuestras buenas obras sino en la cruz de Cristo.

Oremos.