LAS OBRAS DE UNA IGLESIA ESPIRITUAL

Escrito por el 11 de octubre de 2024

Introducción: hermanos si hay algo que una persona que levanta pesas necesita es a otra persona que le ayude a levantar las cargas mas pesadas en un gimnacio. Y todo aquel que levanta pesas entiende que la falta de alguien que te ayude en pesos muy pesado representa un peligro para cualquiera.

En vista de esto me gustaría preguntarte: ¿Piensan que esto tambien resultaría en un grave peligro para la salud de la iglesia? Es decir, ¿Piensas que no es peligroso que no tengamos hermanos en la fe que nos ayuden a sobrellevar el peso de nuestras cargas espirituales?

Veamos lo que nos enseña:

Texto: Gálatas 5:24-6:5

25 Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu. 26 No nos hagamos vanagloriosos, provocándonos unos a otros, envidiándonos unos a otros. Hermanos, aun si alguno es sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restauradlo en un espíritu de mansedumbre, mirándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado. 2 Llevad los unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley de Cristo. 3 Porque si alguno se cree que es algo, no siendo nada, se engaña a sí mismo. 4 Pero que cada uno examine su propia obra, y entonces tendrá motivo para gloriarse solamente con respecto a sí mismo, y no con respecto a otro. 5 Porque cada uno llevará su propia carga.”

Titulo: LAS OBRAS DE UNA IGLESIA ESPIRITUAL

Contexto: Vemos al apóstol Pablo mostrándonos que la manera de hacer frente a la manifestación de las obras de la carne en nuestra vida es dejándonos guiar por el E.S. a fin de que manifestándose en nosotros el fruto del Espíritu venzamos a la carne y dejemos a la ley sin poder sobre nosotros.

Y así lo atestigua la verdad del v.24, que dice que “…los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos.

Y este verso nos enseña una cosa y nos prepara para otra.

Lo que nos enseña es que identificarse con Cristo significa habernos identificado con el en su muerte. Es decir, así como él fue crucificado nosotros también hemos crucificado o hemos dado muerte a la vieja naturaleza con sus pasiones y deseos.

Es decir, que en primer lugar estar en Cristo significa en este contexto identificarnos con él en su muerte, y en segundo lugar identificarnos con él en su vida.

¿Y de que manera se vive la vida de Cristo? Su vida se vive andando en el Espíritu.

Y a esto es que apunta el v.25, “Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu.”

Hermanos una vez hemos confesado a Jesus como el Señor de nuestra vida, la vida de Cristo es imputada a nosotros por medio de la obra vivificadora del E.S. de Dios.

Este es el concepto bíblico “regeneración” que nos habla de la obra que el E.S. hace en los creyentes impartiéndoles la vida de Cristo que los saca de la muerte espiritual y los introduce en un reino de vida donde Cristo gobierna.

Por lo tanto, la apelación del apóstol en el v.25, es que si en verdad vivimos en el Espiritu, entonces también debemos andar por el mismo Espíritu.

Y esto nos lleva a la primera obra que una iglesia espiritual practica en este pasaje:

1-UNA IGLESIA ESPIRITUAL ANDA POR EL ESPIRITU.

Debemos recordar hermanos que en 3.3, Pablo les dijo a los gálatas: ¿tan insensatos ois? Habiendo comenzado por el Espiritu, ¿vais a terminar ahora por la carne?

Es decir, hermanos no es lógico que habiendo comenzado la vida espiritual por medio de la obra vivificadora por el Espíritu ahora pretendemos que vamos a avanzar hasta la perfección por medio de las obras de la carne.

Hermanos este v.25, es un incentivo, una reafirmación de estas verdades que nos han sido dadas, es una apelación la lógica den reino y un llamado afirmar nuestro compromiso de vencer las obras de la carne manteniéndonos andando por las disposiciones del E.S.

¿Y cuales son estas disposiciones del E.S.? Los mandamientos, principios e instrucciones que el E.S. nos dejó establecido en las sagradas escrituras.

Así que la primera obra de una iglesia espiritual es que se conduce por medio de la palabra de Dios.

Y hermanos esto fue ayer, es hoy y será mañana uno de los mandamientos a los cuales la iglesia de Cristo debe estar aferrado.

Actualmente hay mucha confusión en cuanto a informaciones sobre las causas de la pandemia y lo que esto puede acarrear, muchos preguntan a quien debemos creerle y mi respuesta es: “Debemos confiar en la palabra de Dios” y todo los que escuchamos filtrarlo por medio de la revelación de las Escrituras y específicamente por medio de las verdades escatológicas.

Así que si queremos vencer toda obra de la carne andemos por medio de las enseñanzas del Espíritu.

La segunda obra que debe practicar una iglesia espiritual.

2-EVITA LA MANIFESTACION DE LAS OBRAS DE LA CARNE. 

Fíjese en el v.26, “No nos hagamos vanagloriosos, provocándonos unos a otros, envidiándonos unos a otros.”

hermanos aquí tenemos un llamado a no hacernos vanagloriosos.

La vanagloria es la presunción de atribuirnos el reconocimiento y esperar la alabanza de los demás después de haber realizado alguna obra.

Esta actitud es considerada una obra de la carne porque exalta el yo y deja afuera a Cristo.

Y en la iglesia lo que todos debemos buscar es la exaltación del único que merece la gloria y el honor, el cual es nuestro Señor Jesucristo.

Debemos desechar la vanagloria porque al desviar la gloria de Cristo para centrarla en nosotros estamos socavando la unidad de mente de toda la iglesia. Por esto ante cualquier cosa buena que podamos hacer siempre debemos decir: “He podido hacer esto porque Dios me fortaleció y por eso la gloria es para él.”

¿Y saben porque mas debemos evitar la vanagloria en la iglesia? Porque la vanagloria tiene el poder de incentivar al otro a hacer los mismo. Y cuando hemos caído en el pecado de comenzar hacer obras para que los demás hablen bien de nosotros y de lo espiritual que somos esto nos conducirá a continuas provocaciones los unos de los otros.

El verbo “irritar” (prokaléo 4292que aquí aparece tiene que ver con llamar a alguien para un debate o desafío en un evento atlético. 

Por lo cual es posible que el Apóstol se estaba refiriendo a debates teológicos que no traían bendiciones sino irritación. Pues muy posiblemente los gálatas se desafiaban unos a otros en sus debates teológicos.

De manera que debemos evitar la vanagloria porque puede conducirnos a provocaciones que tienen el poder de dividir el cuerpo de Cristo y también socavar la unidad de la iglesia.

Otra razón por la cual evitar la vanagloria es porque su búsqueda puede venir del deseo de tener lo que el otro tiene o por la búsqueda de la gloria de lo que el otro hace.

Y esto es la definición exacta de la envidia, la cual es una obra de la carne que mencionada en el v.21, y que ahora en el v.26 se nos presenta como resultado de la búsqueda de la gloria que solo le pertenece a Cristo.

Hermanos todos en un momento dado podemos ser tentados a sentir envidia por los dones espirituales que otros tienen, también podemos vernos tentados a querer disfrutar del reconocimiento que otros gozan cuando han hecho una obra digna de reconocimiento.

Y hermanos debemos decir, que no es malo querer ser imitadores de lo bueno, ya que esta actitud es hasta ordenada por los apóstoles a la iglesia de Jesucristo.

Fue el mismo Pablo que dijo en 1 Corintios 11.1, Sed imitadores de mí, como también yo lo soy de Cristo.”

Sin embargo, de lo que debemos tener cuidado es de la actitud que desea ser como el otro solo por el estatus que te da frente a los demás.

Recordamos a Simon el mago, y permítame leer el pasaje de Hechos 8:18-24,

18 Cuando Simón vio que el Espíritu se daba por la imposición de las manos de los apóstoles, les ofreció dinero, 19 diciendo: Dadme también a mí esta autoridad, de manera que todo aquel sobre quien ponga mis manos reciba el Espíritu Santo. 20 Entonces Pedro le dijo: Que tu plata perezca contigo, porque pensaste que podías obtener el don de Dios con dinero. 21 No tienes parte ni suerte en este asunto, porque tu corazón no es recto delante de Dios. 22 Por tanto, arrepiéntete de esta tu maldad, y ruega al Señor que si es posible se te perdone el intento de tu corazón. 23 Porque veo que estás en hiel de amargura y en cadena de iniquidad. 24 Pero Simón respondió y dijo: Rogad vosotros al Señor por mí, para que no me sobrevenga nada de lo que habéis dicho.”

Principios sobre el deseo por los dones y obras espirituales de los creyentes:

1-Los dones y las obras espirituales podemos hacerlas gracias a las disposiciones del E.S. (nosotros no las hacemos en nuestras fuerzas. La gloria es para Dios)

2-Los dones y las obras que resultan por los dones no se consiguen por dinero ni para auto-lucrase.

3-La envidia es el resultado de un corazón que no es recto delante de Dios.

4-La envidia es una maldad de la cual debemos arrepentirnos y pedir perdón a Dios.

5-La envidia por los dones y obras espirituales, más el deseo de conseguirlos para vanagloriarnos es la demostración de un estado caótico de hiel de amargura y cadena de iniquidad.

6-Si nos encontramos en este nivel de ansiedad deberíamos solicitar el ruego de hombres de Dios, a fin de no sufrir las consecuencias de este pecado.

De manera hermanos que la segunda obra que una iglesia espiritual debe practicar es evitar la vanagloria, las provocaciones y la envidia.

La tercera obra de una iglesia espiritual es que:

3-RESTAURA A LOS CREYENTES SORPRENDIDOS EN PECADO.

 Fíjese en 6.1, “Hermanos, aun si alguno es sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restauradlo 

Queridos hermanos, una iglesia espiritual es una iglesia que restaura, no una iglesia que condena.

Y esto no solamente cuando un creyente reconociendo que ha pecado se acerca y confiesa su pecado a los lideres de la iglesia, no, sino como en este caso, también aun cuando un hermano ha sido sorprendido en alguna falta.

Algunos comentaristas mencionan que esta falta a la que Pablo hace se refiere podría ser el caso de un creyente que tratando de defender sus convicciones cristianas comete el error de estallar en ira o encolerizarse, en tal caso el hermano que movido por estas emociones ofende a su hermano también necesita ser restaurado en vez de ser condenado y tildado de carnal.

Pero no solo podría estar haciendo referencia a esto, sino que también podría estar hablándonos sobre la persona que sin haber planeado pecar o embarcarse en un rumbo extraviado es sorprendido por otro creyente en tal acción.

Pero ademas de esto puede hacer referencia al creyente que escondiendo su pecado es descubierto por otro.

¿En todos estos casos cual debe ser la actitud de la iglesia? La búsqueda de la restauración del hermano, porque si ha sido sorprendido en pecado el va a necesitar que se le ayude a darse cuenta del error del camino que ha tomado y de su necesidad de ser devuelto a la vida de fe.

Es bueno que entendamos que la palabra “restaurar” era usada en el griego secular para poner un hueso dislocado en su lugar. Y en el NT se usaba para componer una red de pescar que se había roto.[1]

Por lo tanto, significa arreglar, esto es, hacer que algo o alguien vuelva a su posición anterior de integridad o pureza. De este modo se usa para el proceso de perfeccionar el carácter humano. 

La idea principal aquí es con toda seguridad la siguiente: “La acción a seguir respecto al transgresor debe ser positiva, no negativa. No le dañéis, sino que ayudadle.[2]

De manera que la obra de una iglesia espiritual es traer a los pecadores al arrepentimiento y a una nueva relación con Cristo, pero nunca es de condenarlos así como hace el legalista.

Recuerden que en aun en el pasaje de Mateo 18, Jesús enseña que el propósito de la confrontación es ganar al hermano.

¿Y cuales son las maneras en que debemos realizar la restauración de los creyentes?

1-En un espíritu de mansedumbre.

La mansedumbre en este contexto es la virtud espiritual que nos permite tratar con suavidad aquellos que han sido sorprendidos en alguna falta.

La mansedumbre nos habla de la manera de actuar de forma gentil, suave y ecuánime.

¿Ahora bien, este espíritu de mansedumbre debe estar presente en todos los casos de creyentes en falta?

Responderé esta pregunta con las palabras de Pablo en 1 Corintios 4:21, “21 ¿Qué queréis? ¿Iré a vosotros con vara, o con amor y espíritu de mansedumbre?

Entonces hay veces que debemos de ir con vara y otras con amor y espíritu de mansedumbre.

¿Con cual quisieramos que nos traten hermanos?

En el v.14, de este capitulo Pablo les dice a los corintios que no escribía para avergonzarlos sino para amonestarlos. ¿Y porque los amonestó? Porque se estaban conduciendo como los incredulos de una manera arrogante en vez de haberse entristecido y confrontado el pecado franganti en la iglesia.

Es alli donde Pablo les hace esta pregunta. ¿Por qué? Porque el espíritu de mansedumbre de una persona para restaurar dependerá del espíritu humilde que tenga el ofensor para responder a la confrontación.

Sin embargo, esto no significa que cuando una persona no reconoce su pecado y responde rebeldemente tenemos permiso para ofenderle y maltratarle, no, en todo tiempo debemos ser gentiles, claro sin vender la verdad en el altar de la complacencia, (como he visto que muchos hacen) pues si complacemos a los hombres en vez de agradar a Dios no seriamos verdaderos siervos del Señor Jesucristo.

Y una de las cosas que la verdad siempre hace es causar dolor, lo cual, para muchos es ofensivo por mas mansamente que la hayamos dicho. 

En muchas ocasiones tendremos que utilizar la palabra para amonestar, corregir, redargüir y reprender.

Así como el mismo Jesús lo hizo cuando tuvo que reprender a los que vendían animales y cambiaban monedas en el templo.

Así como también lo hizo el apóstol Pablo en toda esta carta.

En ninguno de los dos casos el propósito fue condenar sino mostrar enérgicamente lo horrible y desagradable del pecado de los hombres.

De manera hermanos que cuando un hermano es sorprendido en una falta nuestro propósito debe ser siempre restaurarle en vez de condenarle con un espíritu manso, gentil y ecuánime conforme a la Palabra de Dios.

¿Ahora bien, como conseguimos esta virtud de la mansedumbre? En vista de que es un producto del E.S.

Sin lugar a dudas la mansedumbre viene del ejercicio de dos cosas:

1-Obedecer e imitar a Cristo en su trato hacia los pecadores.

Recuerde lo que Jesús dijo en Mateo 11:29, “…aprended de mi, que soy manso y humilde de corazón y hallareis descanso para vuestras almas.”

¿Ahora bien, donde podemos ver a Jesus siendo manso con los pecadores?

Hay multiples ejemplos en las evangelios pero mostraré esos ejemplos cuando explique el mandamiento que Pablo nos hace a cumplir la ley de Cristo, pues cumplir la ley de Cristo esta relacionado con tratar a los pecadores que se arrepentirían con la ternura que correspondia. 

En segundo lugar la mansedumbre viene del ejercicio de:

2-Ponernos en el lugar del otro.

Tal como dice el texto: “…mirándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado.”

Hermanos cuando nos creemos los impecables, y aquellos que nunca podemos caer en los pecados que otros cometen, no estaremos calificados para restaurar a otros sino mas bien para ser considerados como legalistas.

Porque una actitud legalista, ofensiva y de maltrato frente a personas que han pecado es la evidencia de tener un mas alto concepto de si que el que se debe tener, es considerarse mejor aun que Cristo que fue sometido a la tentación por satanás aunque para el era solo un prueba de su carácter impecable.

Por esto la virtud de la mansedumbre a la hora de confrontar al pecador es el resultado de imitar a Cristo y ponernos en los zapatos de los que han pecado.

Y esto de ponernos en los zapatos del otro no es algo que debemos hacer solo cuando alguien es sorprendido en alguna falta es el estilo de vivir que los creyentes tenemos que llevar mientras formemos parte del cuerpo de Cristo.

Por esto la cuarta obra que una iglesia espiritual realiza es:

IV-LLEVAR LAS CARGAS DE LOS HERMANOS Y CUMPLIR LA LEY DE CRISTO.

Fíjese en el v.2, “Llevad los unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley de Cristo.”

Si usted se fija estos son dos mandamientos que debemos cumplir los unos con los otros.

Una de las cosas que tengo como una convicción es que cuando un hermano cae en pecado, de alguna u otra manera toda la iglesia tiene algún tipo de responsabilidad en su caída.

¿Por qué? Precisamente por este versículo, porque todos estamos llamados a llevar las cargas los unos de los otros. 

¿y que es lo que significa carga aquí? Las cargas hacen referencias a nuestras luchas personales contra el pecado, pero aquellas que nos cuestan vencer con facilidad, y en las cuales somos débiles.

En ese tipo de luchas no podemos prescindir de la ayuda de otros y por eso necesitamos tener un hermano confidente, un hermano a fiel al Señor que nos ayude a llevar nuestras cargas hombro a hombro.

Como los bueyes donde cada uno llevan lado de la yunta. ¿Qué pasa si uno de los bueyes se sale de la yunta? Bueno, la carga se hara casi imposible de llevar.

Imaginese ese cuadro. Un buen en pleno sol del mediodía, despues de haber estado luchando todo el dia de trabajo.

Mi esposa y yo siempre recordamos a mi mama, pues una vez ella nosotros contándole que vivos a un burro en la majaguita resbalar y resbalar por una pequeña cuesta porque le hacían subir por unas escaleras super cargado de alimentos y encima de eso con un persona encima de él. Cuando mi mama oyó eso se le salieron las lagrimas solo de imaginarlo y a nosotros tambien de verla a ella.

Y hermanos ¿Cómo ustedes creen que Dios se siente cuando nosotros abandonamos la yunta que teníamos que llevar con nuestros hermanos? ¿Cuándo nosotros por nuestra comodidad abandonamos a los hermanos en sus luchas y cargas, y entonces cuando ellos caen ahí vamos a condenarlos cuando lo que teníamos que hacer era estar a su lado mientras luchaba contra el pecado?

Por eso amados hermanos necesitamos entender esto no como una opción sino como un mandamiento. El mandamiento de llevar hombro a hombro las cargas con nuestros hermanos. comparte tus cargas hermanos, y cuando alguien te confie algo no le acuses sino que toma con el la carga asi como tambien Cristo nos manda a tomar su cruz, y llevar su carga, porque su yugo es fácil y ligera su carga.

Tomemos las cargas, asi como la tomó Simon de Cirene, es una carga que posiblemente nos traiga vergüenza, dolor, ansiedad, pero es una carga que juntos pesa menos. Y necesitamos la ayuda porque estas cargas seguramente las llevaremos hasta que Cristo venga.

Hermanos aquí tenemos un llamado a llevar las cargas de los otros como una manera de cumplir la ley de Cristo.

¿Y cual es la ley de Cristo? La ley del amor al prójimo.

Escuche lo que dice gálatas 5.14, “Porque toda la ley en una palabra se cumple en el precepto: Amaras a tu projimo como a ti mismo.”

De manera que cumplir la ley de Cristo es tratar a los demás con la ternura con que trató a la mujer pecadora de (Lc. 7:36–50), como trató al ladrón penitente en la cruz (Lc. 23:43), como perdonó y restauró al apóstol Pedro (Lc. 22:61; cf. Jn. 21:15–7), también como trató a un inválido (Jn. 5:14) y a la mujer que fue sorprendida en el acto mismos de adulterio (Jn. 8:11).[3]

En todas ellas Cristo mostró su ternura, pero fíjense que en cada uno de estos casos la respuesta de quienes Cristo ministró fue de receptividad en vez de rechazo.

¿Y por que deberíamos restaurar con mansedumbre, sobrellevar las cargas de nuestros hermanos y cumplir la ley de Cristo?

Fíjese en el v.3, “Porque si alguno se cree que es algo, no siendo nada, se engaña a sí mismo. Pero que cada uno examine su propia obra, y entonces tendrá motivo para gloriarse solamente con respecto a sí mismo, y no con respecto a otro. Porque cada uno llevará su propia carga.”

¿Cuál es la razon que este verso nos da para restaurar a los hermanos y llevar sus cargas?

El hecho de que no podemos creernos demasiados importantes como para no ayudar a nuestros hermanos. Y pensar que por nuestros dones, posición u obras espirituales esto nos da un estatus de superioridad donde los demás tienen que lavarnos los pies para compartir con nosotros es auto-engañarnos.

¿Por qué? Porque todos sabemos que a pesar de que Pablo estaba mejor preparado que los apóstoles, al parecer tenia mas dones espirituales que todos ellos, y una obra misionera mucho mas grande y fructífera, eso no lo llevo a vanagloriarse de tal modo que no tuviera tiempo para cuidar a sus hermanos y tratarlos con ternura a pesar de sus pecados.

Escuche lo que acerca de esto testifica el mismo apóstol Pablo en 1 Tesalonicenses 2.6-7, la idea es que Pablo no fue a ellos: 

6 ni buscando gloria de los hombres, ni de vosotros ni de otros, aunque como apóstoles de Cristo hubiéramos podido imponer nuestra autoridad. 7 Más bien demostramos ser benignos entre vosotros, como una madre que cría con ternura a sus propios hijos”

¿ustedes escucharon hermanos? Aunque era apóstol no buscaba la gloria de los hombres aunque hubiera podido hacerlo imponer su autoridad porque era un apóstol. 

En vez de eso noten demostró ser benigno entre ellos. ¿Cómo? Asi como una madre que cuida con ternura a sus propios hijos.

Oh que Dios nos de a todos los pastores el entendimiento que tuvo del apóstol Pablo de no enseñorearnos sobre los miembros de las iglesias sino que nos de la gracia de cuidarlos como la madre cuida con ternura a sus propios hijos.

Una oración que todos los pastores debemos hacer: “Señor ayúdanos a ser tiernos con aquellos que has puesto a nuestro cuidado cuando ellos caigan en pecado.”

Ahora bien hermanos ¿Si nuestros dones, posiciones y obras espirituales no son un motivo para creernos superiores para que sirven? ¿Es que estas bendiciones no sirven para nada.

¿Usted quiere saber para que sirven nuestros logros y obras en el Señor?

Sirven para que tengamos motivos personales para gloriarnos, y esta palabra gloriarnos no apunta a atribuirnos la alabanza de la obra sino al gozo y a la satisfacción que podemos experimentar cuando sabemos que estamos andando en el Espíritu, es decir según la voluntad de Dios.

Hermanos las buenas obras que hacemos despues de examinarlas y encontrar que fueron hechas según la voluntad de Dios sirven para llenarnos de gozo, pero nunca debemos usarla para creernos superiores a los demás.

Las buenas obras que hemos hecho no son para compararlas con las obras de los demás y luego al ver que nuestras obras son mas y mejores sentirnos superiores a nuestros hermanos y esperar que ellos vengan y nos sirvan.

NO, sino que nuestras obras despues que las pasemos por el filtro de la voluntad de Dios, si es que pasan, podemos tomarlas para gozarnos en ella, asi como el agricultor que goza del trabajo de sus manos, o el artesano que hace los mismo pero tal como dice el pasae esto solamente con respecto a si mismo, y no con respecto a otro. Porque al final de todas las cosas cada creyente será responsable de como sirve al Señor en esta tierra.

¿Qué significa esto? Que al final cuando el Señor regrese él no nos va a recompensar conforme a lo que tu hermano hizo sino conforme a lo que tu hiciste.

Lo que hizo tu hermano será irrelevante a la hora de recompensarte o no. Tu recompensa dependerá de tu propia labor o esfuerzo.

Por eso nuestra posición, dones y obras no son para sentirnos superiores, son para gozarnos de haber hecho la voluntad de Dios en lo personal y no para humillar a nadie o hacerlo sentir al menos porque sus obras son menores que las tuyas.

Al fin y al cabo, en el Señor no recompesará a los creyentes por la cantidad de sus obras sino por la fidelidad a su palabra.

¿Qué hemos visto en esta mañana?

Cuatro obras que una iglesia espiritual debe practicar a lo largo de su vida:

1-UNA IGLESIA ESPIRITUAL ANDA POR EL ESPIRITU.

2-UNA IGLESIA ESPIRITUAL EVITA LA MANIFESTACION DE LAS OBRAS DE LA CARNE. 

3-UNA IGLESIA ESPIRITUAL RESTAURA A LOS CREYENTES SORPRENDIDOS EN PECADO.

4-UNA IGLESIA ESPIRITUAL LLEVA LAS CARGAS DE LOS HERMANOS Y CUMPLI LA LEY DE CRISTO.

Permitame terminar con esta historia:

Un hombre trataba de llegar de su casa a la ciudad porque se había anunciado una gran tormenta de nieve. En su camino no aguanta el frio y se detiene en medio de la nada congelándose sin poder hacer nada. Un rato despues pasa un hombre, ve aquel congelándose pero no le ayuda porque dice si lo cargo me cansaré y entonces moriremos los dos antes de que pueda llegar a la ciudad, asi que aquel hombre siguió su camino. Unas dos horas despues paso otro hombre pero esto no titubeo en ayudarle asi que lo tomó lo ató a su espalda y comenzó a caminar con este hombre en la espalda. Lo que pasó unos kilómetros despues es que al estar caminando el calor del caminante pasó al que estaba congelado hasta que este despertó, se reanimó, recobró el conocimiento y pudo comenzar a caminar por el mismo. Asi que ambos comenzaron a caminar hasta que llegaron a una especie de pequeña columna de nieve que no identificaron inmediatamente pero que al acercarse se dieron cuenta que era un hombre que estaba muerto en la nieve. ¿Quién era esta persona muerta? Fue aquella persona que por no cargar con el hombre congelado siguió su camino para salvar su vida.

Hermanos ¿Sabe lo que tiene la capacidad de enfriar nuestro amor y llevarlo a un punto casi de la muerte? El hecho de pensar que somos tan especiales que no tenemos que cargar con las luchas y dificultades de nuestros hermanos en la fe.

Hermanos que esto no nos pase a nosotros. Vamos a ser una iglesia dispuesta a sobrellevar las cargas de nuestros hermanos sin importar lo doloroso que pueda ser y el peso que tengamos que soportar.

Sobrellevad los unos las cargas de los otros y cumplid asi la ley de Cristo.

Hermanos que Dios nos ayude a vivir a la luz de su santa palabra.

Oremos.


[1] Carro, D., Poe, J. T., Zorzoli, R. O., & Editorial Mundo Hispano (El Paso, T. . (1993–). Comentario bı́blico mundo hispano Gálatas, Efesios, Filipenses, Colosenses, y Filemón (1. ed., p. 88). El Paso, TX: Editorial Mundo Hispano.

[2] Hendriksen, W. (2005). Comentario al Nuevo Testamento: Gálatas (p. 240). Grand Rapids, MI: Libros Desafío.

[3] Hendriksen, W. (2005). Comentario al Nuevo Testamento: Gálatas (p. 241). Grand Rapids, MI: Libros Desafío.


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