EL FRUTO DEL ESPÍRITU
Escrito por huperete el 10 de octubre de 2024
Serie: “A LIBERTAD FUIMOS LLAMADOS”
Introducción: ¿Hermanos usted puede imaginar como sentirá un capitán cuando se entera que las armas que tienen su ejercito son mas grandes, mas potentes y mas sofisticadas que las armas de su enemigo? Pues esto seguramente le llenara de suma confianza para ir a la batalla en contra de su enemigo.
Pues hermanos tal como este capitán puede sentir confianza para entrar en el campo de batalla debido a que conoce que sus armas son mejore que las armas de su enemigo, así nosotros los creyentes debemos sentirnos pues en esta mañana la palabra de Dios nos mostrará que las armas que tenemos para contrarrestar y pulverizar los ataques de nuestros enemigos son mas grandes, mas potentes y mas sofisticadas.
Acompáñame a:
Texto: Gálatas 5:22-24 (Leer y orar)
Titulo: “EL FRUTO DEL ESPIRITU”
Puntos: 1-Su poder contra la ley; y 2-Su poder contra las pasiones carnales.
Contexto: Entender en que contexto estos versículos fueron escritos es de suma importancia para poder entender el propósito por el cual el apóstol enseña a sus hijos espirituales sobre el fruto del Espíritu. He escuchado muchas enseñanzas acerca de este pasaje pero muy pocas conectadas a su contexto.
Por esto la pregunta clave que el contexto de estos versículos nos responde es:
¿Cuál fue el propósito por la cual Pablo habló a los gálatas del fruto de Espíritu Santo?
El versículo clave en el contexto de esto versículos para entender el propósito del mismo es el v.18, que nos dice: “pero si sois guiados por el Espíritu, no estas bajo la ley.”
¿Por qué este versículo es el clave para entender el propósito?
Porque los vv.19-22, son por un lado las manifestaciones de las obras de la carne; y por el otro lado las manifestaciones de ser guiados por el Espíritu.
Y en este v.18, se nos informa que una persona que se conduce según la guía del Espíritu Santo entonces no esta bajo el poder condenador de la ley.
Y a continuación a fin de que entendamos quienes están bajo el poder condenador de la ley, en los vv.19-21, Pablo nos muestra que la ley tiene poder sobre los que manifiestan las obras de la carne, pues la ley condena todos los pecados incluyendo todos los que están en esta lista.
De manera que entonces cuando el v.22, comienza diciéndonos: “mas el fruto del espíritu…” lo que esta haciendo es contrastando las obras de la carne con el fruto del Espíritu.
Es decir, que el fruto del Espíritu, es un concepto sinónimo para andar y ser guiado por el Espíritu.
Es decir, que cuando andamos o somos guiados por el espíritu entonces el fruto o resultado de este andar y esta guía será evidente por la manifestación de estas nueve cualidades del v.22.
Entonces, si el fruto del Espíritu es el resultado de ser guiado por el Espíritu, ¿De que seria resultado las obras de la carne? y otra pregunta que debemos formular es: ¿Qué papel Juega la ley en cuanto a la manifestación de las obras de la carne?
Lo que nos da lugar al primer punto de este mensaje:
I-EL PODER DEL FRUTO DEL ESPIRITU CONTRA LA LEY.
Las preguntas que he formulado ambas son contestadas por Pablo de una manera magistral en Romanos 7.7-8,
“7 ¿Qué diremos entonces? ¿Es pecado la ley? ¡De ningún modo! Al contrario, yo no hubiera llegado a conocer el pecado si no hubiera sido por medio de la ley; porque yo no hubiera sabido lo que es la codicia, si la ley no hubiera dicho: No codiciaras. 8 Pero el pecado, aprovechándose del mandamiento, produjo en mí toda clase de codicia; porque aparte de la ley el pecado está muerto.”
Entonces, ¿Quién es el responsable de producir las obras del carne en nosotros?
El pecado. Es decir, que el pecado es como si fuera un organismo, un alienígena en sus últimos segundos de vida y que para sobrevivir necesita que nosotros cedamos ante la incitación que cada día nos hace a que andemos según sus designios y manifestemos las obras de la carne.
De manera que quien produce las obras de la carne en nosotros, somos nosotros cuando cedemos a la invitación del pecado.
Ahora la segunda pregunta: ¿Qué papel Juega la ley en cuanto a la manifestación de las obras de la carne?
Según Romanos 7.7-8, nosotros creyentes y no creyentes llegamos a conocer que algo es pecaminoso por las prohibiciones que la ley nos hace.
En este texto Pablo dice: “porque yo no hubiera sabido lo que es la codicia, si la ley no hubiera dicho: No codiciaras. 8 Pero el pecado, aprovechándose del mandamiento, produjo en mí toda clase de codicia; porque aparte de la ley el pecado está muerto.
Es decir, que el papel de la ley en cuanto a la manifestación de las obras de la carne en nosotros, es como lo que se ha dicho que provoca tanto la aspirina, el ibuprofeno, el naproxeno o diclofenaco al COVID-19, ¿Qué le provoca? Una multiplicacion de sintonmas y complicaciones.
¿Y que es lo que dice Pablo que el pecado ha hecho aprovechandose de la presencia de la ley en nuestra vida? Que produce en nosotros TODA CLASE de codicia.
¿Por qué? Porque arriba nos dijo: “porque yo (es decir, Pablo) no hubiera sabido lo que es la codicia, si la ley no hubiera dicho: no codiciaras.”
Es decir, que el papel de la ley en cuanto a las obras de la carne, es a razón de que ella es por quien tenemos conocimiento de lo que es pecaminoso, y la definición de pecado según 1 Juan 3.4, literalmente “…es infracción de la ley.”
Así que lo que el pecado hace debido a la presencia de la ley es producir en nosotros toda clase de malestares emocionales, como la depresión, el afán, la mortificación y la ansiedad que si no la resistimos hasta el final de la tentación terminaremos cediendo ante su seducción manifestando así cualesquiera de las obras de la carne que terminan conduciéndonos a la muerte espiritual, así como la horrenda muerte que el coronavirus ha provocado en aquellos que no se la podido salvar la vida.
Es por esto que Pablo en Colosenses 2.16 y 23, “Por tanto, que nadie se constituya en vuestro juez con respecto A COMIDA O BEBIDA, O EN CUANTO A DÍA DE FIESTA, O LUNA NUEVA, O DÍA DE REPOSO. (parte de las cosas que los judaizantes de gálatas querían que los gálatas volvieran a observar) ¿Pero que dice el v.23? Tales cosas tienen a la verdad, la apariencia de sabiduría en una religión humana, en la humillación de sí mismo y en el trato severo del cuerpo, PERO CARECEN DE VALOR ALGUNO CONTRA LOS APETITOS DE LA CARNE.”
Así que si tu dependes de la ley para salvar o santificar tu alma, obtendrás el mismo resultado que aquellos que infectados del COVIC-19, esperaron mejoría del ibuprofeno y demás terminantes con feno, la ruina y posiblemente la muerte espiritual.
Por lo tanto, concluimos que las obras de la carne son el resultado voluntario y personal nuestro que cede ante el engaño del pecado debido a que desea disfrutar del placer pecaminoso que se haya en ellos, y esto se hace mucho mas fuerte para aquellos que se someten a la ley pretendiendo alcanzar santidad pero en vez de eso al tratar de destruir el deseo de la carne por la obediencia personal a la ley terminan exponiendo al pecado ante aquel que nos dice eso es pecado, y cuando el pecado escucha eso es como ordenarle a un cerdo que frente a su caca no se la coma. Es decir esto es algo imposible, porque la aplicación del legalismo ante los apetitos de la carne tal como dijo el texto, carece de valor alguno.
Sin embargo, “MAS…”, si así como lo habéis escuchado: Sin embargo, “MAS…”,
Sin embargo, “MAS…” ¿Quééééééééé?
Sin embargo, “Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fidelidad, mansedumbre, dominio propio; contra tales cosas no hay ley.
¿Pudiste notarlo hermano?
El fruto del espíritu es la vacuna, el antídoto, el arma letal y fulminante de la ley que en el juicio final condenará a la muerte eterna a todos los hombres, y que si no hubiera sido por la misericordia de Dios que nos llamó de las tinieblas a la luz hoy nosotros también tendríamos que encarar esa ley que solo no tiene poder sobre aquellos que han confesado con su boca y creído en su corazón que Jesucristo es el Señor.
Una vida en el Espíritu, la manifestación del fruto en nuestra vida es la manera de contraatacar a una ley que quiere condenarnos porque nosotros también somos pecadores, sin embargo, contra una vida que manifiesta el fruto del Espíritu NO HAY LEY.
Como lo afirma el v.22, al final, “…contra tales cosas no hay ley.
Ahora bien, ¿Cuáles son tales cosas? Son las nueve cualidades del fruto del Espíritu.
Y en primer lugar esta el:
AMOR, del griego “Ágape”. El cual nos habla del tipo de amor sacrificial que en el contexto en el que esta parece estar haciendo referencia a la fuerte acción emotiva de respeto y afecto que podemos por medio del Espíritu manifestar a nuestros semejantes.
Recuerda que Pablo ha mencionado tanto el amor como las ocho restantes cualidades del Espíritu como la manera de manifestar un poder que neutraliza el poder de la ley sobre nosotros.
Por lo tanto el amor que es presentada no solo por Pablo en el contexto del amor que necesitamos manifestar hacia nuestros hermanos para evidenciar que somos verdaderos hijos de Dios sino también por el apóstol Juan en 1 Jn. 3:14, “Nosotros sabemos que hemos pasado de muerte a vida porque amamos a los hermanos. El que no ama permanece en muerte.”
También tenemos al apóstol Pedro hablándonos del amor en el contexto de utilizarlo para sobrellevar y solucionar el problema de ofensas entre hermanos que les conduce al pecado, en 1 P. 4.8, “Sobre todo, sed fervientes en vuestro amor los unos por los otros, pues el amor cubre multitud de pecados”
Y hermanos este es el contexto en el que Pablo nos habla del amor, pues como vimos los gálatas estaban maltratándose los unos a los otros, cosa que los mandamientos de la ley no lo habían impedido sin embargo, que la vida en el Espíritu si tiene el poder de vencer.
Así que aquí el apóstol nos informa que si andamos en el Espíritu podremos evidenciar la virtud del amor que necesitamos para tratarnos los unos a los otros con el amor que deben tratarse hermanos de un mismo Padre que habitan en una misma casa y son de una misma familia.
La segunda virtud es
GOZO, del griego “Jara” que significa la emoción de gran felicidad y placer.
En este pasaje el gozo es presentado como el resultado del amor, pues el resultado de la manifestación del verdadero amor siempre será el disfrute y el deleite de haber sido guiado a vivir según la voluntad de Dios.
En su contexto la virtud del gozo es la demostración de que andar o ser guiados por el Espíritu, lo cual es un sinónimo de conducirnos según la palabra de Dios con lleva el mas grande y verdadero sentimiento de placer y deleite.
Lo cual contrarresta la satisfacción y el placer que el pecado nos incita a disfrutar si decidimos transitar por sus caminos.
Sin embargo, tal como dijo David en el Salmo 119:
v.103 “¡Cuán dulces son a mi paladar tus palabras! Más que la miel a mi boca”
v.111, “Por heredad he tomado tus testimonios para siempre, Porque son el gozo de mi corazón”.
v.142, “Aflicción y angustia se han apoderado de mí, Mas tus mandamientos fueron mi delicia”.
De manera que cuando decidimos andar según la voluntad del Espíritu expresa en las Escrituras disfrutaremos del verdadero gozo, que nos permite experimentar los mas grandes de los placeres y de esa manera atacar y destruir la incitación del pecado a la búsqueda de placer sin Dios.
Hendriksen menciona que este “gozo” permite que los creyentes puedan regocijarse aun en medio de las circunstancias más dolorosas de la vida, tal como el mismo Pablo lo dijo 2 Co. 6:10 “como entristecidos, mas siempre gozosos”. Además, este “gozo” producido por el Espíritu no es el del mundo, lo que quiere decir que no es una alegría superficial y que falla en satisfacer las necesidades más profundas del alma, sino que es un “gozo inefable y glorioso” (1 P. 1:8), y un adelanto del gozo radiante que está reservado para los seguidores de Cristo.[1]
La tercera virtud es:
PAZ, del griego “Eirene” hace referencia al estado que nos permite desarrollar relaciones armoniosas y libertad de conflictos y esto especialmente durante la ausencia de guerra.
Según el Sal. 119:165, “mucha paz tienen los que aman tu ley” de manera que la paz es un resultado natural del ejercicio del amor.
Según Mt. 5:9, el mero hecho de manifestar esta paz es una evidencia de ser un hijo del Dios de paz, y la evidencia de que será un hombre o una mujer que tiene asegurada las bendiciones de Dios. pues “Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios.”
Y Ef. 4:3, nos informa que todo aquel que ha recibido esta paz debe velar por guardar esta paz que nos ha traído la reconciliación tanto con Dios como con nuestros hermanos.
Por esto andar por el Espíritu era un mandamiento de suma importancia para los gálatas pues tal como nos enseña en los versos anteriores a estos ellos se estaban maltratando y la mención a enemistades, pleitos, enojos, rivalidades y disensiones nos muestra tal vez la situación que estaban viviendo. ¿Cómo se elimina la manifestación de estas obras de la carne? andando en el Espíritu, lo que nos permitirá manifestar la paz.
La cuarta virtud es
LA PACIENCIA, del griego “Macrotumia” lo cual es la actitud de resistencia permanente ante el dolor o la infelicidad.
Un sinónimo para este tipo de paciencia es la palabra “longanimidad” que nos habla precisamente de la definición antes dada.
Este tipo de paciencia es aquella que nos permite soportar no las circunstancias difíciles en la vida sino a las personas difíciles de soportar, aquellas que nos molestan o se nos oponen sin una causa legitima.
Como dijo un autor “Los gálatas necesitaban mucho de esta virtud, ya que ellos, probablemente se estaban dividiendo debido a contiendas y a un espíritu partidista. Por otra parte, esta paciencia es una gran arma en contra de la hostilidad del mundo en su en contra de la iglesia.[2]
Así que si anda en el Espíritu podrá exhibir esta virtud el cual es un arma letal contra la hostilidad.
La quinta y la sexta virtud son:
BENIGNIDAD Y BONDAD.
La Benignidad del griego “Crestotes” y la bonda del griego “Agatocsune”
Y para explicar ambas virtudes permita hacerlo a través de una ilustración que ya he contado en algunas ocasiones.
Imagínese que usted esta sentando en un autobús publico cuyos asientos están todos ocupados y llega una ancianita. Usted mostraría benignidad si al verle usted dice en su mente: “Ay que deseo que tengo de darle mi asiento a esa ancianita” es decir que la benignidad es la intención de hacer el bien.
Sin embargo, ¿Qué es la bondad? La bondad no solo nos habla de la intensión sino que nos habla de la acción de al ver la ancianita, no solo lo deseamos en nuestra mente sino que lo ejecutamos, nos paramos de nuestro asiento y sentamos a la ancianita en nuestro asiento.
Ahora debemos entender que para agradar a Dios necesitamos las dos virtudes, porque tu puedes tener mucha benignidad, es decir muchos deseos de darle el asiento sin embargo, por tu carencia de bondad te quedas sentado y te quedas en solo el deseo pero no en la acción.
De la misma manera el hecho de manifestar bondad al pararnos de nuestro asiento para sentar a la anciana tampoco agradara a Dios si después o antes de pararnos en nuestra mente lo que dijimos fue: “Dios, pero yo estaba tranquilo aquí sentado descansando, yo no merezco quedarme sentado también, ya viene esta vieja, ahora voy a tener que pararme porque soy el único cristiano aquí.”
Es por esto que tanto los gálatas como nosotros necesitamos estas dos virtudes funcionando al mismo tiempo porque no solo se trata de intenciones tenemos que ejecutar la bondad y no sin benignidad, pues un espíritu de queja no es compactible con personas que siguen a uno que enmudeció y no abrió su boca cuando fue llevado a una cruz para malhechores para ser degollado así como se degollaba un cordero pascual.
La séptima virtud es:
LA FE O FIDELIDAD del griego “pistis” el cual es la cualidad de ser fiel.
Esta virtud era muy necesaria para los gálatas ya que el mismo Pablo se quejó de la falta de lealtad de muchos de los gálatas hacia él y también al evangelio.
Por ejemplo en 4:16, Pablo les preguntó: ¿Me he vuelto, por tanto, vuestro enemigo al deciros la verdad?
Y en 1.6, Pablo quedó asombrado ante la manera tan rápida en que ellos abandonaron el evangelio que les había predicado para seguir un evangelio basado en el judaísmo.
De manera que una vida en el espíritu les permitiría manifestar la lealtad que debían tanto al evangelio como a su apostolado.
Y ante esta virtud, ¿Qué tan leal eres al evangelio y a tus pastores? ¿Qué tanto obedeces al evangelio y consideras el ejemplo y la enseñanza de quienes te instruyen en la palabra?
Una vida en el Espíritu nos permitirá exhibir esta fidelidad que necesitamos manifestar tanto al Evangelio como a nuestros pastores.
La octava virtud es:
MANSEDUMBRE, del griego “Prautes” lo cual nos habla de gentileza sust. — es decir, actuar de una manera gentil, suave y ecuánime.
Esta virtud nos recuerda el carácter de Cristo, el cual nos invito aprender de él esta virtud, pues en Mateo 11, nos dijo: “…aprended de mi que soy manso y humilde de corazón y hallareis descanso para vuestras almas.”
La manifestación de esta virtud es la clave para vencer las obras de la carne relacionadas con la vehemencia, la violencia y las explosiones de ira.
La novena y ultima virtud de esta lista, y eso no quiere decir que no existan mas virtudes aparte de esta, es:
LA TEMPLANZA O EL DOMINIO PROPIO, del griego “Enkrateia” lo cual nos habla de autocontrol sust. — es decir, esta es la virtud que nos permite controlar los deseos que podrían producir en nosotros acciones y deseos sensuales.
Sin embargo, aunque nos habla de “el poder de contenerse a uno mismo” Pablo en 2 corintios 10.5, lo presenta como la capacidad de someter todo pensamiento cautivo para la obediencia a Cristo.
De manera hermanos que tal cual como termina diciendo el v.23, “…contra tales cosas no hay ley.” Es decir, que una vida que vive bajo la guía del Espíritu Santo es la única arma para dejar sin efecto el poder de la ley sobre nosotros. ¿Cuál es el poder de la ley? Condenar, pero ya no hay condenación para los que están en Cristo Jesús.
Así que de haber visto que andar en el Espíritu nos libra del poder de la ley.
Pasamos al segundo punto general de nuestro mensaje:
II-EL PODER DEL FRUTO DEL ESPIRITU CONTRA LAS PASIONES CARNALES.
¿Qué puede hacer el fruto del Espíritu en contra de las pasiones carnales?
Fijémonos en el v.24, de gálatas 5. ¿Qué dice?
24 Pues los que son de Cristo Jesús han crucificado la carne con sus pasiones y deseos.
Es decir, que el poder de una vida guiada por el Espíritu es dar muerte a los deseos y pasiones de la carne.
Ahora bien, ¿Por qué digo que aquí cuando se habla de Cristo se esta hablando también del fruto del Espíritu?
Porque evidentemente Pablo le esta dando un uso sinónimo a las frases “fruto del Espíritu” como a la frase “los que son de Cristo Jesús”
¿Por qué? Porque inmediatamente después que define estas nueve virtudes del Espíritu, nos explica la razón por el cual la ley no tiene poder contra los que manifiestan estas virtudes.
Es decir, que a la pregunta: ¿Por qué la ley no tiene poder contra tales cosas?
La respuesta es porque los que manifiestan estas cualidades es porque están en Cristo. De manera ¿Qué quienes y cuantos son aquellos que manifestaran estas virtudes durante toda su vida en la tierra?
Respuesta: todos aquellos que son de Cristo Jesús.
¿Eres tu de Cristo Jesús? ¿Estas tu en Cristo? Pues si es así, entonces eso quiere decir que así como Cristo fue crucificado de la misma manera tu y yo hemos crucificado es decir, hemos dado muerte a la carne con sus pasiones y deseos.
Así que hermanos el fruto del Espíritu no es algo místico y solo para ultraetremistas cristianos radicales, la manifestación del fruto del Espíritu Santo es para todos los que han confesado que Jesucristo es el Señor. Es para ti y para mi, así que entiéndalo todos nosotros los creyentes debemos manifestar estas virtudes y así barrer todo pensamiento que se levante a favor de los deseos de la carne y el legalismo.
¿Qué hemos visto en esta mañana?
Que una vida que anda en el Espíritu, es decir, en obediencia a la palabra de Dios tiene el poder de en primer lugar, 1-Librarnos del poder condenador de la ley; y en segundo lugar, 2-De librarnos del poder de las pasiones carnales que combaten contra el alma.
Por lo cual, no debemos ser necios en seguir pensando que vamos a ganarle la batallas al pecado y a nuestros deseos carnales sujetándonos a una vida legalista que se caracteriza por seguir mandamientos de hombres que en vez de hacernos disfrutar de la libertad en la que Cristo nos liberto nos reducen a la esclavitud de una religión que nos humilla y que no tiene ningún poder contra los apetitos de la carne.
Hermano no vencemos a la carne por medio de estrategias humanas vencemos a la carne por medio de una vida en el Espíritu, es decir, por una vida que para todo es guiada por el poder de la palabra de Dios y su Espíritu.
De manera que lo único que nos santificara de día en día, no serán los mandamientos de hombres sino una continua relación y dependencia de la Vid verdadera, la cual es Cristo, pues separados de él nada podremos hacer.
Así que amado hermano afianza cada vez mas tu relación con Cristo, intima con él, profundiza tu amistad con él, vive en su palabra, fortalécete en sus promesas y avanza de la mano de su sacrificio y mantente como una carta abierta, que no oculta sus pecados sino que los confiesa y se aparta de ellos.
Dios te bendiga mi hermano y nos lleve cada vez mas a la dependencia de su obra en la cruz la cual tiene el poder de librarnos de la ley y de la carne.
Oremos!
[1] Hendriksen, W. (2005). Comentario al Nuevo Testamento: Gálatas (p. 232). Grand Rapids, MI: Libros Desafío.
[2] Hendriksen, W. (2005). Comentario al Nuevo Testamento: Gálatas (p. 233). Grand Rapids, MI: Libros Desafío.