Tu vida puede Cambiar Hoy

He aquí que yo soy Jehová, Dios de toda carne; ¿habrá algo que sea difícil para mí?

Jeremías 32:27

Quizás estés observando el panorama y las cosas no pintan bien. Posiblemente sientas tus manos atadas y te veas atrapado en un callejón sin salida. Tal vez mires a otros prosperar y te preguntes cuándo llegará tu momento. De seguro en estos instantes estés frustrado por las situaciones que estás viviendo. Probablemente te sientas turbado o turbada porque tus más anhelados sueños aún no se cumplen. Seguramente en los últimos días has estado llorando sin parar, mientras tus seres queridos te preguntan con insistencia ¿Que ha pasado con tu vida?, ¿Por qué estás tan delgado?, ¿Dónde está tu Dios?

Me permito decirte que tu vida puede cambiar,  tus circunstancias pueden transformarse de la noche a la mañana.  Tus sueños pueden tener un nuevo color, tu tristeza se puede convertir en gozo,  tu incertidumbre en esperanza de gloria.  Tu dolor en sanidad, tus desilusiones en una bonita historia de amor, tus deudas en un buen capital para empezar un nuevo proyecto,  tu crisis en abundancia, esa enfermedad que te ha estado afectando en un milagro. Tu vida puede cambiar,  créeme que las cosas pueden mejorar.  Solo necesitas estar en el lugar correcto y ese lugar correcto es estar donde Dios quiere que estés, cerca de él, anhelando su presencia, porque en ella hay plenitud de gozo (Salmos 16:11)

El propósito de nuestro Dios, de nuestro padre celestial es que hallemos sentido y significado en hacer su voluntad, es decir que nos agrade obedecerle para que su ley, su palabra esté en nuestros corazones (Salmos 40:8)

El ser humano tiene un vacío existencial que no lo puede llenar drogas, dinero, fama, vehículos lujosos o conocimientos humanos. El único que puede abastecer las necesidades de un corazón, que puede darle sentido a nuestras vidas es Jesús.

Tu vida cambiará cuando te rindas ante Él con el alma doblada, cuando   reconozcas que solo no puedes. El salmista David escribió: “Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; Al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios” (Salmos 51:17) 

No importa tu condición o lo sucio que te sientas, nuestro amado Señor no rechazará tu corazón. Los que miraron a él fueron alumbrados,

Y sus rostros no fueron avergonzados.Este pobre clamó, y le oyó Jehová,

Y lo libró de todas sus angustias (Salmos 34:5-6)

Si hoy decides poner tus ojos en Cristo, si hoy tomas la decisión de echar tus cargas sobre nuestro Señor, El promete sustentarte, cuidarte y darte la paz que sobrepasa todo entendimiento.